Iksánov también respaldó a los 300
trabajadores del teatro moscovita que han firmado una carta abierta en
apoyo a Dmitrichenko, en prisión preventiva desde la pasada semana.
"Respaldo la opinión del colectivo, su preocupación de que la
investigación puede ser parcial. Existen una serie de hechos que indican
que el que lo encargó (el ataque) puede ser otra persona, al margen del
teatro. Esto debe aclararlo la investigación", señaló.
El
director del Bolshói aseguró que se dirigirá por escrito a los
funcionarios que instruyen el caso para que tenga en cuenta hechos
ocurridos antes del ataque perpetrado a mediados de enero.
"Precisamente, dos semanas antes del asalto hubo un ciberataque contra
el correo (electrónico) de Filin, se creó una falsa web de Filin,
bloquearon su teléfono de trabajo y pincharon las ruedas de su
automóvil", apuntó.
Iksánov subrayó que, si durante la
investigación se confirma que "Dmitrichenko es cómplice del crimen,
tendrá que ser castigado, pero la cuestión radica en la gravedad de la
condena".
"Si el tribunal demuestra que él es inocente,
naturalmente nosotros no tendremos ningún motivo jurídico para despedir a
Dmitrichenko", añadió.
Al respecto, Filin aseguró en
declaraciones a la televisión que él no tenía ningún conflicto abierto
con Dmitrichenko, al que nunca mostró "animadversión".
Y
agregó: "Cada encuentro con Dmitrichenko era una nueva amenaza y una
demostración de animadversión. Se ve que alguien le trabajó y le empujó a
ello".
En su carta abierta dirigida entre otros al Kremlin,
los 300 empleados del teatro resaltan que "a todos los que conocen a
Dmitrichenko la sola idea de que pudiera ser el instigador y autor
intelectual de un crimen tan cruel les parece absurda".
El
escrito resta valor a la confesión del propio detenido sobre su
implicación en el delito y señala que "las conclusiones de la
instrucción nos parecen precipitadas, las pruebas poco concluyentes, y
la confesión (inicial) de Pavel, que cambió posteriormente, es el
resultado de una fuerte presión".
Dmitrichenko, de 29 años,
confesó tras su detención la autoría intelectual de la agresión a Filin,
pero cambió su declaración al día siguiente, durante la vista judicial
del pasado jueves en la que se decidió la medida cautelar que le llevó a
la prisión preventiva.
Cargó entonces la responsabilidad del
brutal ataque al ejecutor material del mismo, Yuri Zarutski, quien
supuestamente en la noche del 17 enero pasado arrojó ácido en la cara a
Filin, causándole graves quemaduras en el rostro y los ojos que
obligaron a practicarle tres cirugías oculares.
Según informa
hoy la prensa rusa, el propio Zarutski negó, a su vez, durante un
interrogatorio que Dmitrichenko le hubiera encargado el ataque y asumió
toda la responsabilidad.
El abogado de Dmitrichenko, Alexandr
Barkánov, destacó hoy que la investigación no ha podido demostrar una
conspiración entre su cliente y el presunto autor del ataque.
"A Dmitrichenko nunca se le pasó por la cabeza que hubiera tales
consecuencias. Él no le pidió nadie que lo hiciera, ni pagó a nadie
dinero", indicó.
Por su parte, el abogado de Filin manifestó
hoy su incomprensión por la actitud del teatro y tachó la carta de
intentó de presionar a los tribunales, la policía aseguró que los
resultados preliminares de la investigación serán hechos públicos.
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