El diplomático subrayó que, mientras los
"Amigos de Siria" realizaban esas declaraciones, "en la comunidad
internacional ha cundido la opinión de que la crisis siria no tiene una
solución militar".
Rusia insiste en el cese inmediato de la
violencia y el inicio de un proceso de diálogo entre los rebeldes y el
régimen de Bachar al Asad, según los principios de los acuerdos de
Ginebra que contemplan la creación de un Gobierno de transición.
"Estamos convencidos de que precisamente esto permitiría a los sirios
lograr su principal objetivo: el desarrollo democrático y pacífico de
una Siria unida en interés de todos sus ciudadanos, sin excepción",
apuntó.
Los "Amigos de Siria" acordaron ayer en Roma
incrementar el apoyo político y económico a la oposición, a la que
consideran legítimo representante del pueblo sirio, aunque desestimaron
la solicitud de armamento por parte de los rebeldes.
Además,
condenaron el suministro de armas al régimen de Damasco, a lo que Moscú
respondió ayer que cumplirá a rajatabla los contratos ya suscritos con
el país árabe.
Por su parte, el presidente ruso, Vladímir
Putin, advirtió ayer a la comunidad internacional de la creciente
actividad de los grupos terroristas en Siria tras reunirse con su
homólogo francés, François Hollande.
"No se puede permitir que
la tragedia siria sea aprovechada para sus propios fines por grupos
radicales y el terrorismo internacional", aseveró.
Mientras,
Hollande reconoció en una entrevista con la emisora de radio "Eco de
Moscú", que Francia, al igual que otros países y a diferencia del
Kremlin, aboga por la dimisión de Asad.
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