Los análisis fueron realizados por
especialistas del Instituto de Geología y Mineralogía del departamento
siberiano de la Academia de Ciencias de Rusia.
Según la nota
oficial, el estudio de los meteoritos es crucial para la reconstrucción
de las etapas iniciales del sistema solar, ya que esos cuerpos astrales
incluyen los componentes a partir de los que fueron creados
originalmente los planetas.
Pese a las bajas temperaturas y la
abundante nieve, los especialistas de la Universidad Federal de los
Urales siguen buscando fragmentos de meteorito, el más grande de los
cuales fue hallado esta semana y pesaba en torno a un kilogramo.
En su opinión, el fragmento más grande del meteorito se encuentra en
el fondo del lago helado de Cherbarkul, donde la caída del objeto
espacial dejó un gran agujero.
Los científicos están en contra
de la "recogida indiscriminada" de los restos del meteorito por la
población, ya que les priva de un valioso material de investigación
sobre la historia del Universo.
El meteorito, que dejó más de
1.500 heridos en la región, 319 de ellos niños, tenía según la NASA una
masa de hasta 10.000 toneladas en el momento de estallar en la
atmósfera, el mayor que ha caído sobre la Tierra desde 1908.
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