Lavrov, que hizo estas declaraciones tras
reunirse con el ministro de Asuntos Exteriores chino, Yang Jiechi,
también advirtió contra el despliegue de armamento moderno en la región
en el marco de la actual escalada de tensión, según las agencias
locales.
Además, aseguró que tanto Moscú como Pekín consideran
que el tercer ensayo nuclear de la historia de Corea del Norte merece
una condena y una adecuada respuesta del Consejo de Seguridad de la ONU.
Jiechi secundó estas palabras de su homólogo ruso, pero matizó que la
respuesta de la ONU debe tener también como objetivo el mantenimiento
de la paz y estabilidad en la península coreana.
"Tanto China
como Rusia consideran que las negociaciones a seis bandas son un
mecanismo eficaz para la discusión y el arreglo del conflicto nuclear
coreano, para garantizar la paz y la estabilidad en la península", dijo.
El diplomático chino destacó que las conversaciones a seis bandas que
arrancaron en 2003 en Pekín también contribuyen a una estabilidad
duradera en la región del noreste de Asia.
La comunidad
internacional condenó unánimemente el tercer ensayo nuclear realizado
por Pyongyang el 12 de febrero pasado y el primero desde la llegada al
poder de Kim Jong-un tras la muerte en diciembre de 2011 de su padre,
Kim Jong-il.
En particular, Rusia llamó a Pyongyang a
renunciar completamente a su programa nuclear con misiles, regresar al
Tratado de No Proliferación y al régimen universal de garantías del
Organismo Internacional de Energía Atómica.
Recientemente, el
embajador ruso en Pyongyang, Alexandr Timonin, aseguró que Kim no se
propone reformar el sistema político comunista vigente en el país desde
1948, sino que sólo pretende introducir cambios en la gestión económica
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