"Discutimos y acordamos diferentes proyectos
que pueden ampliar el comercio bilateral y elevarlo a 10.000 millones de
dólares anuales", afirmó Medvédev en una declaración a periodistas.
Entre los acuerdos destacan decisiones que facilitan la importación
de trigo ruso por Brasil y la exportación de torta de soja y de carne
porcina brasileñas a Rusia, así como la posible adquisición por las
Fuerzas Armadas brasileñas de hasta cinco baterías de misiles antiaéreos
rusas.
"Consideramos que un intercambio anual de 10.000
millones de dólares responde al potencial de nuestros países y es una
meta que puede ser alcanzada en los próximos años", afirmó Medvédev,
quien encabezó la delegación rusa en una reunión de una comisión de alto
nivel en la que se discutieron acuerdos de cooperación bilateral.
Brasil y Rusia, integrantes del foro BRICS que reúne a las mayores
economías emergentes y del que también forman parte China, India y
Sudáfrica, consideran que su actual intercambio comercial, pese a que ha
crecido, es ínfimo en relación con sus potencialidades.
El
comercio entre los dos países sumó el año pasado 5.900 millones de
dólares, con exportaciones brasileñas por valor de 3.100 millones e
importaciones por 2.900 millones de dólares, lo que situó a Rusia tan
sólo como el decimonoveno socio comercial de Brasil.
Los
acuerdos suscritos fueron negociados en el marco del Comité de
Cooperación Ruso-Brasileña, una comisión de alto nivel cuya VI asamblea
general se celebró este miércoles en Brasilia y que está encabezada por
el primer ministro ruso y por el vicepresidente brasileño, Michel Temer.
Entre los frutos de la cita, Temer citó específicamente el acuerdo
fitosanitario que permite a Brasil importar libremente trigo ruso.
Pese a ser uno de los mayores productores agrícolas del mundo, Brasil
necesita importar trigo para satisfacer su demanda interna, y adquiere
el grano principalmente en Argentina, Canadá y Estados Unidos, pero en
los últimos años ha tenido que buscar nuevos mercados por la caída de la
producción de sus abastecedores.
"También alcanzamos acuerdos que suavizan las restricciones del pasado a la carne porcina brasileña en Rusia", afirmó Temer.
Pese a diferentes restricciones sanitarias, Rusia fue el año pasado
el segundo mayor importador de carne porcina brasileña, con 127.000
toneladas, que corresponden al 21,85 por ciento de las exportaciones del
país suramericano.
Brasil, uno de los mayores productores
mundiales de carne de cerdo, exportó el año pasado por valor de 1.490
millones de dólares y aspira a convertir a Rusia en su principal
cliente, por encima de Ucrania, que el año pasado importó 138.700
toneladas.
Otro acuerdo suscrito que puede elevar
significativamente el intercambio comercial es la "Declaración de
Intenciones para la Cooperación en la Defensa Antiaérea" que prevé la
futura adquisición por parte de Brasil de baterías de misiles antiaéreos
rusas, así como el desarrollo conjunto de equipamientos bélicos.
Brasil ha manifestado interés en adquirir cinco baterías de misiles
antiaéreos rusos, tres del tipo Pantsir-S1 y dos del tipo Igla, pero aún
está negociando los precios.
Temer y Medvédev también
mencionaron el avance en las negociaciones bilaterales en las áreas de
energía eléctrica, nuclear, tecnología espacial, petróleo y producción
industrial.
El primer ministro ruso destacó que Brasil y Rusia
han logrado grandes coincidencias en los diferentes asuntos discutidos
tanto en el seno de los BRICS como en diferentes organizaciones
multilaterales incluyendo la ONU y el G20.
"Hemos alcanzado
consenso en la mayoría de las posiciones sobre la economía
internacional, lo que es muy importante considerando la actual crisis",
afirmó.
Tras su visita a Brasil, Medvédev viajará a La Habana,
donde se reunirá con el presidente cubano, Raúl Castro, con el interés
centrado en reforzar los intercambios comerciales bilaterales.
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