El presidente del Tribunal Supremo (TS) de la
Federación de Rusia no tardó en reaccionar a la propuesta para asegurar
que las resoluciones judiciales adoptadas en este sentido no pueden ser
revocadas.
"Hemos aclarado que las resoluciones tomadas antes
del 1 de enero de este año (fecha en la que entró en vigor la ley que
prohíbe la adopción de niños por familias de EEUU), incluso las que aún
no se han aplicado pero se han adoptado en tiempo, deben ser cumplidas",
dijo a Interfax el presidente del TS, Viacheslav Lébedev.
Mientras, el senador ruso recordó que tras la muerte de Kuzmín, el
número de niños asesinados por familias estadounidenses asciende a
veinte, según las estadísticas rusas.
"¿Para qué mandar a nuestros niños a una muerte segura?", declaró en una entrevista a la agencia Interfax.
Al mismo tiempo, no descartó la posibilidad de que la madre adoptiva
de Kuzmin evitará el castigo "como ya ha ocurrido varias veces" con
otros asesinos de niños rusos.
"La mayoría de las veces, nos
enteramos de las torturas a nuestros niños ya después de su muerte por
golpes y maltratos", lamentó.
El Defensor del Menor ruso,
Pável Astájov, denunció la víspera el asesinato Kuzmín, adoptado por una
familia norteamericana de Texas.
"Maxim, de tres años de
edad, fue golpeado (hasta la muerte) por su madre adoptiva que durante
mucho tiempo le daba medicinas psicotrópicas fuertes", escribió Astájov
en su twitter.
Agregó que el niño murió antes de la llegada de
los servicios de Emergencia y que los médicos forenses le hallaron
numerosas contusiones.
Precisó que el asesinato tuvo lugar a
finales de enero sin que hubiera reacción alguna por parte del
Departamento de Estado de EEUU al respecto.
Además, la
Embajada rusa se enteró de lo sucedido a través de sus propias fuentes
sin ser avisada por la parte estadounidense, añade Astájov.
"Otra vez el Departamento de Estado a diferencia de las autoridades
locales no ayudó en absoluto a nuestros representantes del Consulado a
esclarecer las causas de una nueva muerte de un niño ruso en EEUU", dijo
el jefe del Departamento de Derechos Humanos de la cancillería rusa,
Konstantín Dolgov.
Rusia aprobó en diciembre pasado una ley
que prohíbe las adopciones de niños rusos por familias de Estados
Unidos, iniciativa que desató fuertes críticas entre los intelectuales y
defensores de los derechos humanos rusos.
La prohibición
llegó en respuesta a un acta estadounidense aprobada recientemente que
impone sanciones, como negación de visados y congelación de activos, a
funcionarios rusos presuntamente implicados en la muerte en prisión del
abogado ruso Serguéi Magnitski, acaecida en 2009.
Moscú
argumentó su decisión con varios casos de violación de los derechos de
los niños adoptados en EEUU y con la negativa de la Justicia
estadounidense a autorizar que las autoridades rusas investigaran dichos
casos.
Astájov informó recientemente de que un total de 19
menores rusos han sido asesinados desde 2001 por sus padres adoptivos en
EEUU, mientras cifró en 14 el número de los huérfanos asesinados en
Rusia en el mismo periodo.
Sin embargo, el Tribunal Supremo
(TS) de Rusia ordenó a finales de enero la entrega a familias de Estados
Unidos de aquellos niños rusos cuya adopción haya sido aprobada por un
juez antes del 1 de enero
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