La empresa Mectron forma parte del grupo
Odebrecht Defensa y Tecnología y produce los radares Scipio-01, que ya
son utilizados en cazabombarderos y aviones de entrenamiento producidos
por la firma brasileña Embraer.
Los radares, según O Estado de
Sao Paulo, pueden identificar entre cuatro y ocho objetivos al mismo
tiempo y detectar blancos de cinco metros cuadrados situados a 32
kilómetros de distancia en el espacio aéreo y de 100 metros cuadrados a
80 kilómetros en tierra.
Mectron negocia la venta de esos
radares con la empresa rusa Irkut, fabricante de los aviones Yak-130A,
cazabombarderos de ataque ligero y entrenamiento avanzado que ya equipan
a las fuerzas aéreas de Argelia, Bangladesh, Bielorrusia y Mongolia.
Medvédev llegará el próximo martes a Brasilia y encabezará la
delegación de su país que el miércoles participará en la VI Asamblea del
Comité de Cooperación Ruso-Brasileña, que tratará sobre diversos
asuntos de cooperación en comercio, inversiones, ciencia, energía,
educación y defensa.
El apartado militar será uno de los
asuntos centrales y, además del posible negocio con los radares,
contempla la posible compra por parte de Brasil de cinco baterías de
misiles antiaéreos rusos.
Esta última operación implicaría una
transferencia de tecnología que Brasil exige en todas sus adquisiciones
de equipamiento bélico y que ya ha sido aceptada por Rusia, según
declaró el general José Carlos De Nardi, jefe del Estado Mayor Conjunto.
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