El contrato entre Gazprom y Naftogaz firmado
en 2009 y en vigor hasta 2019 obliga a la compañía ucraniana a pagar
anualmente por un mínimo de 41.600 millones de metros cúbicos de gas
aunque haya importado menos debido a una cláusula del acuerdo denominada
como "toma o paga" (take or pay, en inglés).
"El contrato de
suministro que tenemos es injusto, tanto desde el punto de vista del
precio como desde el punto de vista de sanciones de hasta un 300 por
ciento por el gas no adquirido", subrayó Yanukóvich.
El
presidente ucraniano se quejó de que la Unión Europea no reaccionara al
conocer las sanciones impuestas a Naftogaz por su socio ruso, a pesar de
que la antigua república soviética es miembro de pleno derecho de la
Comunidad Europea de Energía.
"No reaccionaron de ninguna manera. Se quedaron mirando y pensando que no tienen nada que ver", lamentó Yanukóvich.
El acuerdo firmado en 2009 entre la entonces primera ministra
ucraniana, Yulia Timoshenko, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, fijó
unos precios considerados como abusivos por las actuales autoridades de
Kiev, y que no pueden asumir por la maltrecha situación de su economía.
Ante la reticencia de Moscú de revisar estos precios a la baja, a
comienzos del año pasado el Gobienro ucraniano tomó la decisión de no
cumplir con la cláusula "toma o paga" e importó en 2012 un 26,5 por
ciento menos de gas que el año anterior, casi 9.000 millones de metros
cúbicos menos del mínimo acordado en 2009
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