Fuertes vientos y una coraza de hielo formada
sobre la calzada tras una inesperada lluvia que de inmediato se heló
impiden a los peatones circular por las calles de la capital de Rusia.
Aunque el transporte circula con normalidad, pues las vías fueron
regadas abundantemente con sustancias especiales que provocan el
deshielo, la capa de hielo en las aceras y accesos a las paradas del
transporte público y las estaciones de metro amenazan a los transeúntes
con resbalones y caídas.
Helicópteros del Ministerio de
Emergencias sobrevuelan entre tanto las autopistas que rodean Moscú para
localizar y socorrer a los vehículos que hayan podido quedar atrapados
por la helada.
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