Un tercio de los detenidos serán expulsados
del país por no tener ninguna documentación o no estar registrados,
mientras que al resto se le reducirá la duración del permiso de
residencia, explicó la funcionaria del SFI.
"Todos los
extranjeros detenidos trabajaban como barrenderos para subcontratas de
servicios comunales" del municipio, apuntó Kornílova.
Por otra parte, la policía rusa detuvo la víspera a 220 trabajadores ilegales de Asia Central y Vietnam en Moscú.
Los 150 centroasiáticos que carecían de documentación en regla
trabajaban en una fábrica de muebles en el distrito sur de la capital
rusa.
Además, en un taller textil en la región de Moscú fueron
detenidos 70 vietnamitas que carecían tanto de documento de identidad
como de permiso de trabajo en Rusia.
Según estimaciones del
SFI, anualmente llegan a trabajar a Rusia cerca de 20 millones de
inmigrantes, muchos de ellos de manera ilegal.
Recientemente,
el director de Inmigración, Mijaíl Romodánovski, reconoció que este país
necesitará 10 millones de inmigrantes para 2025 si quiere compensar el
decrecimiento de su población.
Según la agencia estatal de
estadísticas, para 2030 la población del país se reducirá hasta los 139
millones de habitantes (actualmente, 142 millones)
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