Todos los detenidos han sido trasladados a comisaría para determinar su implicación en diferentes violaciones de la ley.
Los centroasiáticos que carecían de documentación en regla trabajaban
en una fábrica de muebles en el distrito sur de la capital rusa.
Además, en un taller textil en la región de Moscú fueron detenidos 70
vietnamitas que carecían tanto de documento de identidad como de
permiso de trabajo en Rusia.
"Ninguno de los detenidos habla
ruso. Al lugar se ha desplazado un intérprete del Servicio Federal de
Inmigración", señaló la fuente.
Según estimaciones del
Servicio Federal de Migración (SFM), anualmente llegan a trabajar a
Rusia cerca de 20 millones de inmigrantes, muchos de ellos de manera
ilegal.
Recientemente, el director del SFM de Rusia, Mijaíl
Romodánovski, reconoció que este país necesitará un flujo de 10 millones
de inmigrantes para 2025 si quiere compensar las tendencias de
decrecimiento de su población y renovar la población activa.
Según la agencia estatal de estadísticas, para 2030 la población del
país se reducirá hasta los 139 millones de habitantes (actualmente 142
millones).
El Gobierno ruso aprobó hace poco una cuota del 25 %
de inmigrantes en el sector del comercio minorista, aunque decidió
mantener la prohibición de contratar extranjeros en mercados de abastos,
farmacias y quioscos.
El presidente ruso, Vladímir Putin,
prohibió hace varios años la presencia de inmigrantes en los mercados de
abastos y otros comercios minoristas, aduciendo que bloqueaban el
acceso de los rusos a esos puestos de trabajo.
No obstante,
las autoridades rusas han tenido que reconocer tanto el escaso número de
rusos dispuestos a realizar esos trabajos como la firme voluntad de los
empresarios de contratar a inmigrantes debido a que sus demandas
salariales son mucho menores.
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