El primer ministro letonio, Valdis
Dombrovskis, se había mostrado convencido de que la iniciativa sería
votada en el Legislativo: "Pese a la tensión en la coalición oficialista
el proyecto de ley sobre la introducción del euro será aprobado".
Dicha ley, que de ser promulgada por el presidente entrará en vigor
el próximo 1 de enero, no prevé mecanismos de compensaciones monetarias
para aquellos que sufran pérdidas financieras ante una posible inflación
ocasionada por la introducción del euro.
Con todo, la
iniciativa no conlleva el cese de los acuerdos y contratos suscritos en
la moneda nacional, el lat, sino que revisa sus importes conforma a la
tasa de cambio.
Según la nueva ley, el lat continuará en
circulación durante un periodo de dos semanas tras la entrada en vigor
del euro, en las que los comercios y cajeros automáticos sólo efectuarán
el cambio en la moneda común.
A partir del día de la
introducción del euro y sin límite de tiempo, los lats podrán cambiarse
por euros únicamente por el Banco Central de Letonia, mientras que en
otras instituciones financieras este plazo se limitará de seis meses.
Una vez introducida la moneda europea en el país báltico, todas las
transacciones e informes financieros se publicarán en euros a la vez que
todos los instrumentos calculados a base de las tasas de interés
variable del indicador RIGIBOR utilizarán el de EURIBOR.
También, todas las multas y penas serán convertidas en la moneda europea de conformidad con la tasa de cambio.
Con todo, las instituciones crediticias no podrán revisar las
condiciones de préstamos estipuladas en los contratos suscritos antes de
que se haya introducido la moneda europea.
La adhesión de la
antigua república soviética a la eurozona apoyada por la mayoría
oficialista parlamentaria, desató hoy protestas en Riga, capital del
país báltico.
Al menos 70 personas se congregaron junto a la
sede del Legislativo letonio para expresar su rechazo a la controvertida
medida.
Los adversarios del euro destacan su temor a que la
adopción de la moneda común provoque una subida de precios en el país
donde la población apenas se ha recuperado de la crisis financiera de
2008.
Según un sondeo realizado en septiembre pasado por el
centro de estudios sociológicos SKDS, un 59 % de la población se opone a
dicha medida en la antigua república soviética, que ingresó en la Unión
Europea en 2004.
Mientras, solo un 13 % se expresó a favor, y el resto de los participantes en el sondeo se abstuvieron de opinar.
El apoyo más activo al euro en Letonia se registró en 2005: un 35 %
de la población se mostró entonces a favor de entrar en la zona euro.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó en marzo pasado que
Letonia será capaz de cumplir con los objetivos económicos para
integrarse en la moneda única europea a partir del 1 de enero de 2014.
De las tres antiguas repúblicas bálticas soviéticas, solo Estonia
ingresó en la zona de la moneda común europea a principios de 2011,
mientras la vecina Lituania no ha establecido plazos fijos al respecto.
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