El pasado 1 de diciembre, Rusia asumió la
presidencia del G20, cuya cumbre se celebrará el 5 y 6 de septiembre
próximo en el Palacio de Constantino en San Petersburgo, conocido como
la residencia marítima de Putin y donde ya tuvo lugar la cumbre del G8
(países más desarrollados) en julio de 2006.
Medvédev consideró que las empresas rusas deben mejorar su competitividad.
El primer ministro ruso recordó la dependencia de la economía de
Rusia de las materias primas (petróleo y gas) como fuente de ingresos.
"No estamos interesados en precios de las materias primas demasiado
elevados. El precio actual del petróleo es óptimo", según Medvédev.
El barril de crudo Brent se paga actualmente a 112 dólares, el de
Texas a 96 dólares y el de la Organización de Países Exportadores de
Petróleo (OPEP) a 109 dólares.
El primer ministro ruso dijo que su Gobierno "va a crear nuevos puntos de crecimiento en el sur y el este del país".
Asimismo, el Gobierno ruso quiere crear iguales condiciones para
todas las empresas y reducir su excesiva presencia en el sector
económico.
Medvédev anunció un nuevo programa de
privatizaciones de activos públicos y la mejora de la gestión pública de
algunos de ellos, un proceso que se inició en el pasado y que se va a
continuar en el futuro.
Añadió que "el mercado inmobiliario ruso debería ser más competitivo" para garantizar que todo el mundo tenga una vivienda.
"No vamos a volver al pasado. Todos hemos cambiado y miramos al futuro", dijo el primer ministro.
Medvédev, que fue anteriormente presidente de Rusia, consideró que
"la sociedad civil rusa es diferente ahora que hace cinco o siete años y
es más madura".
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