San Petersburgo, que fue la capital de Rusia durante dos siglos, no es una ciudad, sino una leyenda: una ciudad maravillosa cuya belleza no tiene nada que envidiar a París.
Es la ciudad más septentrional del país, un núcleo urbano con más de un millón de habitantes, una ciudad monumental construida sobre un pantano, la ventana de Rusia a Europa y su puerto más importante. San Petersburgo suele considerarse la capital rusa del turismo.
La ciudad rebosa esplendor todo el año, pero si planeas pasar allí tus vacaciones, lo mejor es escoger los meses de verano, una época en la que podrás disfrutar no sólo de su impresionante arquitectura, sino también de las decenas de eventos que se celebran en San Petersburgo de mayo a septiembre.
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