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El pronóstico del Ministerio de Desarrollo Económico es un crecimiento del PIB no superior del 0,5% hasta finales de año. En cuanto a la fuga de capital, Centrobank mencionó unas cifras de entre 85.000 y 90.000 millones de dólares este año. Algunos políticos de Rusia han mostrado un gran interés en el capital occidental, subrayando que los antiguos impulsos para el crecimiento de la economía nacional se han agotado y que el único impulso posible para salir de la recesión es la atracción de inversión. Además, otro estímulo para la economía podría ser un posible mecanismo de sustitución de la importación. En Rusia se planea incrementar el coste añadido a la producción industrial importada, hacer crecer el cultivo de la mayor parte de los productos agrícolas más consumidos y más tarde pasar al aumento de su exportación, sobre todo a China.
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