Se necesita paciencia y un poco de suerte para encontrarse con los nenets. Su vida no gira alrededor del ciclo solar: amanecer y ocaso, ya que en el Círculo Ártico este adquiere otra dimensión. Tampoco se basa en el tiempo humano, sus ritmos los dicta su único e inseparable compañero: el reno.
Editor - Alexánder Ganiushin, fotos - Alberto Caspani, música - Tramp
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