Por qué los niños soviéticos recogían cajas de fósforos

Cajas de fósforos.

Cajas de fósforos.

Ígor Rodin
Russia Beyond visitó una de las colecciones más grandes de fósforos en Rusia, el tesoro de un filumenista (nombre que reciben los coleccionistas de este objeto) de Moscú, que es además el director del Museo de la Cerilla. Nos mostró cómo una pequeña etiqueta en cajas de fósforos soviéticas se convirtió en una obra de arte, y sin que en todas las cajitas fueran un elemento omnipresente la hoz y el martillo.

Los rusos comenzaron a decorar las cajas de fósforos a finales del siglo XIX, y en la década de 1920 se llegó a aprobar por la Dirección General de la Industria del Partido una ley que establecía que afirmó que "las cajas de fósforos deben tener etiquetas artísticas y políticamente correctas".

En 1947 se presentaron al público soviético cajas de fósforos para souvenirs. Más tarde, en 1957, fueron producidas en masa cajas de fósforos, durante el VI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes en Moscú, nos comentó Bogdán Spíchkov, director del Museo de la Cerilla Partido en Moscú. 

Los temas abarcaban no sólo el Octubre Rojo y la Revolución Bolchevique, como se podría imaginar. Había cajas de fósforos temáticas dedicadas a la caza y la literatura, el hockey y el fútbol, ​​la música y el cine. Algunas tenían ilustraciones de proverbios rusos; otras explicaban el extraño sistema de parentesco en la URSS.

Sin embargo, era difícil encontrar etiquetas de temática militar. "Prácticamente toda la información sobre equipos y maquinaria militar era clasificada", dijo Bogdán a Russia Beyond. Sin embargo, abundaban las representaciones de maquinaria agrícola, coches y motocicletas.

Spíchkov, recuerda que los muchachos eran ardientes coleccionistas de cajas de fósforos con etiquetas temáticas. Pedían a sus padres que las compraran, incluso a vecinos y amigos, para intercambiarlas. Algunos, según un artículo de 1970 del filatelista soviético Bogdánov, incluso buscaban en los contenedores de basura en busca de etiquetas.

En este artículo una madre muy preocupada expresa preocupación de que los niños están acaparando cajas de fósforos "sucias" que podrían causar un incendio. "¡La mayoría de los incendios se producen porque los niños juegan con las cerillas!" dice ella. El artículo, sin embargo, refuta este argumento y muestra que los incendios son causados ​​por los padres y su mal manejo de los electrodomésticos. Además, la colección de cajas de cerillas mantiene a los niños alejados de "la calle y la ociosidad", escribe Bogdánov.

Hay varios tipos de cajas de fósforos. Difieren en tamaño, formato de los fósforos e incluso del material con el que se hacen. Antes de la década de 1970, muchas fábricas utilizaban una chapa más resistente que el cartón. Además, siempre eran empacadas en una caja más grande con otra ilustración temática.

Había también cajas de fósforos seriales. Una serie tenía de 6 a 28 etiquetas diferentes y se vendía a menudo como sigue: nueve cajas en un paquete tenían una etiqueta y la décima era diferente, recuerda Bogdán.

Los artistas intentaban mostrar todos los aspectos de la cultura rusa, ya que algunos de ellos eran solo para la exportación y no se podían encontrar el en país. Sin embargo, no se valoraba el trabajo de casi ninguno, añade Bogdán.

Las cajas de fósforo de souvenir no eran un objeto de exportación muy habitual aunque algunos eran muy populares.

Los típicos temas soviéticos en los regalos y souvenirs eran los siguientes: la exploración espacial, símbolos soviéticos como el Kremlin o el ballet, la revolución bolchevique o los Juegos Olímpicos de Moscú. El ocasiones las cerillas parecían novelas gráficas.

Sin embargo, incluso en Rusia había cajas de fósforo para la élite. Había modelos que no se vendían abiertamente. Uno de ellos era el tema del “bosque ruso”, que solo se podía encontrar en tiendas de moneda fuerte como Beriozka. Otras se distribuían solamente entre le élite soviética: ministros, oficiales del gobierno o líderes del Partido Comunista.

En aquella época había 24 fábricas de producción de cerillas. Sin embargo, solo algunas pocas como  Balabánovskaia, diseñaban e imprimían las etiquetas, explica Bogdán Spíchkov. Contaban con departamentos especiales con pintores. Desafortunadamente, casi todos ellos dejaron de existir en los años 90.

Aunque los artistas que crearon miles de etiquetas no recibieron la valoración de su trabajo, todavía es posible revelar sus nombres. Este es uno de los objetivos de Bogdán que busca en archivos y catálogos a los creadores.

Debido a que el filumenismo es un tipo de coleccionismo relativamente nuevo, los precios por una caja de cerillas no suelen ser demasiado altos. Las más caras suelen ser de 10.000 rublos, explica Bogdán. Evidentemente, cuanto más antiguas sean es mejor y las cajas de principios del siglo XX son algunas de las más valoradas.

Resulta bastante sencillo encontrar cajas de cerillas online, explica Bogdán. En Rusia hay una comunidad de filumenistas y él es uno de los miembros destacados. EBay y otras plataformas de venta no son la mejores plataformas para encontrar cajas de cerillas muy raras, afirma.

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