El líder de la república rusa de Chechenia,
Ramzán Kadírov, ha exigido públicamente a los hombres chechenes que
controlen el uso que hacen sus esposas de las redes sociales y de los
servicios de mensajería por internet, concretamente la aplicación
WhatsApp.
Kadírov hizo este llamamiento durante una reprimenda
ante las cámaras de la televisión regional a un grupo de mujeres a las
que acusó de criticar por WhatsApp el polémico matrimonio entre una
joven de 17 años y un jefe de policía ya casado, de 47 años, amigo
personal del jefe chechén.
"No escribáis en WhatsApp", dijo
Kadírov a las mujeres para enseguida dirigirse a sus maridos: "Hombres,
obligad a vuestras mujeres a abandonar los grupos" de conversación en la
popular aplicación.
Cabizbajos, prácticamente inmóviles y con
rostro compungido, las mujeres y sus maridos escucharon en absoluto
silencio la reprimenda del autoritario líder chechén, mientras eran
grabados por las cámaras de televisión, según se puede ver en un vídeo
difundido en YouTube.
Kadírov, que manda Chechenia con mano de
hierro desde que fue nombrado para el cargo en 2007 por el presidente
ruso, Vladímir Putin, advirtió a los hombres de que difundir
informaciones que dañan el honor de otra familia chechena puede
acarrearles una "venganza de sangre".
Ya en marzo de este año,
el jefe de la república musulmana norcaucásica propuso limitar el
acceso de los menores al WhatsApp y aseguró entonces que su mujer e
hijos "no entran en las redes sociales, no tienes sus propias cuentas".
Mientras, el escándalo por el matrimonio entre la joven chechena
Luisa Goilabíyeva, que cumplió 17 años el pasado primero de mayo, y el
policía Nazhud Guchígov, celebrado el pasado sábado en la capital de la
república, continúa suscitando reacciones en el resto del territorio de
Rusia.
Días antes de la boda, a la que acudió el propio
Kadírov, el periódico independiente ruso "Nóvaya Gazeta" denunció que la
familia de Goilabíyeva fue amenazada con represalias si su hija Luisa,
obligada a contraer el matrimonio, rechazaba la propuesta de Guchígov.
En cambio, Kadírov, conocido defensor de la poligamia, defendió el
enlace al asegurar que "los padres dieron su bendición" y que "el amor
no sabe de edades".
"Lo haremos todo en estricta consonancia
con el Islam y la legislación rusa, aunque en nuestras tradiciones no
figura acudir al registro matrimonial", dijo el mandatario chechén.
El matrimonio fue sorprendentemente apoyado por el Defensor del Niño,
Pável Astájov, quien reconoció que la ley federal prohíbe los
matrimonios a menores de 18 años, pero matizó que las regiones rusas
pueden introducir excepciones a la regla.
"En algunas partes,
las mujeres ya están arrugadas a los 27 años", escribió Astájov en su
Instagram, aunque luego tuvo que pedir disculpas a las rusas por sus
palabras.
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