La guerra vuelve a Donbass

Reuters
Bombardeos masivos, decenas de muertos y una asamblea urgente en Austria: cómo y por qué ha vuelto a intensificarse el conflicto en el este de Ucrania.

En pocos días la situación en el este de Ucrania ha vuelto a agravarse. Las acusaciones mutuas entre Kiev y la República Popular de Donetsk (RPD) derivaron en bombardeos los días 29 y 30 de enero. El resultado han sido decenas de fallecidos y numerosos cortes de corriente en los alrededores de Donetsk.

Hasta el momento no queda claro quién inició los bombardeos masivos, pero estos han obligado al presidente de Ucrania, Petró Poroshenko a interrumpir su visita a Alemania y a convocar con carácter de urgencia una asamblea extraordinaria del Grupo de Contacto para la Regulación de la Situación en Donbass, así como a solicitar ayuda al secretario general de la ONU.  El presidente ucraniano culpa a Rusia por lo sucedido: “Exigimos a la Federación Rusa que cese sus hostilidades inmediatamente y que cumpla estrictamente el régimen de alto el fuego”, se indica en un comunicado del representante de Ucrania ante la ONU, Vladímir Elchenko. El 31 de enero el consejo permanente de la OSCE se reunió en Austria en una asamblea urgente.

Cabe señalar que todo esto sucedía al día siguiente de la conversación telefónica entre el presidente ruso Vladímir Putin, y el nuevo presidente de EE UU, Donald Trump, que ha declarado en repetidas ocasiones su deseo de distanciarse del conflicto ucraniano.

La reactivación de las acciones militares también puede ser un modo de llamar la atención por parte de Ucrania, declaran en Rusia. Además, la RPD también responde, y puede seguir respondiendo durante mucho tiempo… Solo hay un resultado posible: el conflicto seguirá en marcha y los acuerdos alcanzados se disipan rápidamente.

¿Trump no participa en estos juegos?

Los bombardeos han afectado el territorio entre Avdéyevka (que se encuentra cerca de la línea fronteriza) y la capital de la RPD, Donetsk. La ciudad de Avdéyevka sigue manteniendo un estatus flotante: hasta el momento del agravamiento del conflicto se encontraba bajo el control de Ucrania, pero dos días después pasó a manos de las milicias. Los habitantes de Avdéyevka siguen sin calefacción, electricidad y agua, y en la ciudad, según testimonios de los observadores de la OSCE, han desplegados tanques y obuses.

Las informaciones sobre heridos y muertos varían. Según valoraciones de Kiev, en solo un día sus posiciones fueron bombardeadas 71 veces y fallecieron tres militares.

El Ministerio de Defensa de la RPD declara unas bajas mucho mayores en Ucrania: al menos 78 muertos y 76 heridos como resultado de los combates. Además, en ese mismo periodo de tiempo el ejército ucraniano lanzó contra el territorio de la RPD 2411 minas y proyectiles, asegura el gobierno de la república, y preparó un atentado terrorista en sus unidades militares con la ayuda de un soldado infiltrado.

“Nadie sabe lo que sucedió realmente, quién puso la gota que colmó el vaso. La situación era muy tensa, ninguna de las dos partes cumplía los acuerdos de Minsk”, declara a RBTH el director de la fundación Política Ucraniana, Kost Bondarenko. Según el experto, lo sucedido en Avdéyevka tenía que pasar tarde o temprano y es poco probable que se trate de un intento de llamar la atención de la Casa Blanca y de la OSCE. “No hay que buscar este tipo de vínculos. Trump no participa en estos juegos. Y Kiev lo sabe, naturalmente”, opina Bondarenko.

“Es un callejón sin salida, y hará falta mucho tiempo”

Sin embargo, muchos opinan que la causa de lo sucedido es el deseo de volver a poner la cuestión de Donbass encima de la mesa. Una segunda causa probable es la reticencia a cumplir los acuerdos. “Este tipo de acciones agresivas con el apoyo y la participación de las fuerzas armadas de Ucrania socavan los objetivos y las tareas del cumplimiento de los acuerdos de Minsk. De hecho, estas acciones parecen más bien un intento de distraer la atención de la situación interna del país, tremendamente inestable” –declara Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin a Kommersant FM.

El Estado Islámico, Siria, China, los problemas internos, todo esto preocupa hoy en día a EE UU mucho más que el conflicto en Donbass, del que ya están hartos, señala en una entrevista para RBTH el vicedecano de la facultad de economía y política mundiales de la Escuela Superior de Economía, Andréi Súzdaltsev. “Además, el viaje de Poroshenko a Berlín ha coincidido sorprendentemente con los bombardeos. Todo esto parece muy sospechoso. Poroshenko tiene su coartada”.

La situación en Ucrania está verdaderamente deteriorada, opina el director del Centro de Política Exterior de Rusia del Instituto de Economía de la Academia Rusa de Ciencias, Borís Shmeliov: los éxitos de las reformas son muy modestos, la economía se encuentra en una profunda crisis y Poroshenko recibe una gran cantidad de críticas.

“Si Kiev provoca, Donbass responde inmediatamente. Y un día después no queda ninguna premisa para la regulación del conflicto, es un callejón sin salida. Y hará falta tiempo para encontrar la salida”.

Sin embargo, los expertos coinciden en que Ucrania no se convertirá en una gran preocupación ni para Moscú ni para Washington debido a lo sucedido. “Donbass tiene capacidad suficiente para repeler cualquier ataque. Su misión es defenderse. Pueden seguir así casi eternamente, y mientras tanto Rusia y EE UU negociarán sin prisa medidas conjuntas para ejercer presión sobre Poroshenko, que deberá cumplir su parte de los acuerdos”, comenta Shmeliov.

El acuerdo Minsk-2 se firmó el 12 de febrero de 2015 tras una cumbre celebrada en la capital bielorrusa con el objetivo de aliviar la guerra civil en el este de Ucrania. Partiparon los miembros del Cuarteto de Normandía, compuesto por los gobernantes de Ucrania, Rusia, Francia y Alemania. La conferencia estuvo supervisada por la OSCE. Entre los doce puntos del acuerdo se encuentra una reforma constitucional en Ucrania para conceder un estatus especial a Donetsk y Lugansk y la celebración de elecciones en las regiones del Este, además de la recuperación por parte de Ucrania del control de la frontera con Rusia. 

 

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