La desconfianza marca las relaciones entre Rusia y Arabia Saudí

El presidente Putin durante el encuentro mantenido con Mohamed bin Salmán, ministro de Defensa de Arabia Saudí, durante la reunión que mantuvieron en Sochi el pasado octubre.

El presidente Putin durante el encuentro mantenido con Mohamed bin Salmán, ministro de Defensa de Arabia Saudí, durante la reunión que mantuvieron en Sochi el pasado octubre.

Reuters
La agresiva política saudí de este último año, además de la guerra en Siria y las relaciones entre Moscú y Teherán condicionan las relaciones entre ambos países. A pesar de las profundas diferencias, expertos rusos creen que pueden colaborar en el ámbito energético.

El actual rey de Arabia Saudí, Salmán bin Abdulaziz, llegó al poder el 23 de enero de 2015, tras el fallecimiento de su hermano Abdalá. Al igual que su predecesor es de edad avanzada, tiene 80 años, y no goza de buena salud.

Durante su reinado la política exterior de Riad se ha revitalizado: Arabia Saudí ha entrado en la guerra en Yemen, roto sus relaciones diplomáticas con Irán y sigue respaldando activamente la oposición en Siria, insistiendo en la dimisión del presidente Bashar al Asad.

Los expertos rusos creen que detrás de los cambios de la política exterior saudí se encuentra el joven príncipe, que con apenas 30 años ya es ministro de Defensa, jefe de la Corte Real y presidente del Consejo para Asuntos Económicos y de Desarrollo. Algunos analistas ven en Mohamed al sucesor del rey Salmán.

Según el profesor del departamento de Oriente Medio de la Universidad Estatal Rusa de Humanidades, Grigori Kosach, Mohamed tiene una personalidad muy fuerte y fue clave para que el rey Salmán adoptase una política más agresiva. Kosach señala que el príncipe presta mucha atención a Rusia: el año pasado se reunió dos veces con el presidente Vladímir Putin, en San Petersburgo y Sochi.

Durante su encuentro en Sochi, Muhamed bin Salmán advirtió a Putin sobre “peligrosas consecuencias” de la operación militar rusa en Siria. Previamente, el Ministerio de Asuntos Exteriores saudí había solicitado a Moscú que pusiera fin a los ataques aéreos.

Actualmente las posturas no han cambiado. Arabia Saudí insiste en apartar a Bashar al Asad, mientras que Rusia cree que el régimen sirio debe ser parte de una solución política de la crisis.

Según el arabista y experto del Consejo Ruso de Asuntos Internacionales, Alexander Aksiónok , el enfoque de Riad es improductivo. “El derrocamiento forzado del régimen de Asad, del que habla el ministro de Exteriores de Arabia Saudí, solo conducirá al caos total, como sucedió en Irak”, comentó Aksiónok a RBTH.

Al mismo tiempo, Kosach considera que las opiniones encontradas acerca del conflicto sirio no obstaculizan el diálogo entre Moscú y Riad. Al contrario, cree que sus posturas pueden ayudar a encontrar soluciones que sean aceptables por ambas partes: “Fue la firmeza de Rusia la que llevó al reino a apoyar el alto el fuego en Siria”. Aunque este apoyo no significa que los saudíes hayan abandonado sus planes de derrocar a Asad.

Además de la crisis siria, Arabia Saudí mira con preocupación las relaciones comerciales entre Rusia e Irán. Alexander Aksiónok cree que “con el levantamiento de las sanciones económicas a Irán, Arabia Saudí está preocupada por el fortalecimiento de las posiciones del país persa, con el que Riad mantiene una lucha por el poder en Oriente Medio. Los saudíes creen que hay una alianza estratégica entre Rusia e Irán y no confían en Moscú”.

Axiónov cree que la desconfianza saudí es exagerada y no hay que considerar a Rusia aliado de Irán. “Rusia e Irán mantienen buenas relaciones pero también hay diferencias. Además, las relaciones con Irán no pueden basarse en contra de los intereses de seguridad de Arabia Saudí”.

Los expertos consideran que pese a las contradicciones Rusia y Arabia Saudí pueden cooperar. “A finales del año pasado, Moscú acogió un foro de negocios Rusia-Arabia Saudí. También dialogan dentro del Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo, donde Arabia Saudí desempeña un papel clave”, afirma Grigori Kosach. Además, es clave la cooperación en la esfera energética y recientemente se ha llegado a un acuerdo entre Rusia, Arabia Saudí, Catar y Venezuela para congelar la producción de petróleo este año y mantenerla en los niveles de enero. 

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