Un grupo de personas enfurecidas asaltó ayer la embajada rusa en Trípoli y quemó la bandera que ondeaba en la misión diplomática en represalia por la muerte de un oficial libio de las Fuerzas Aéreas supuestamente asesinado por una ciudadana rusa.
Según fuentes de seguridad, en el asalto murió un manifestante de un disparo en el pecho y otros cuatro resultaron heridos.
Al parecer, un grupo de jóvenes del barrio tripolitano Suk al Yuma, del que era originario el oficial asesinado, irrumpió en el edificio por tres puntos diferentes, unos tras romper la puerta de hierro de la entrada y otros saltando los muros de la legación.
Los participantes en el asalto, que no llegaron a entrar dentro del edificio, quemaron también un vehículo diplomático.
Esta agresión se produce un día después de que el oficial libio Muhamad al Susi fuera acribillado a tiros por una ciudadana rusa que también hirió al tío del difunto con el arma homicida, un kalashnikov.
Las autoridades investigan el asesinato, tras el que, según una fuente de seguridad, la ciudadana rusa escribió en una pared con la sangre de la víctima la frase "Caed ratas", en una clara alusión al sustantivo que Gadafi empleaba para referirse despectivamente a los rebeldes que se levantaron en armas en febrero de 2011.
Las fuentes agregaron que la brigada miliciana Bashir al Saadawi, dependiente del Ministerio de Interior y un grupo de jóvenes del barrio de Al Zahra, donde se encuentra la embajada, lograron controlar la situación y que ahora están realizando patrullas para evitar un nuevo ataque.
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