Irak apela a Rusia en la lucha contra el Estado Islámico

Putin y el primer ministro Haider Al-Abadi se reunieron la semana pasada en busca de acuerdos. Fuente: EPA

Putin y el primer ministro Haider Al-Abadi se reunieron la semana pasada en busca de acuerdos. Fuente: EPA

Entre las noticias acerca de la ofensiva del Estado Islámico y su captura de Ramadi y Palmira, la visita del primer ministro iraquí Haider Al-Abadi a Moscú de la semana pasada, apenas tuvo repercusión mediática en los medios internacionales. Frustrado con lo que parece una falta de resolución de Barack Obama, Bagdad se ha dirigido a Moscú en busca de apoyo.

Con la dispersión de varios comandos de las fuerzas de élite y el sitio de la 8ª Brigada en una base a las afueras de Ramadi, los militantes del ISIS han mostrado su fuerza y determinación para la creación de un califato.

La humillación de la tropas iraquíes entrenadas por los EE UU ha coincidió con las declaraciones del ministro del Interior  Mohammed Ghabban de que Bagdad tiene la esperanza de que Moscú entregue armas y munición. "No podemos depender únicamente de un tipo de arma y de un país", dijo en una entrevista a la televisión rusa. Admitió también que Irak agradece el entrenamiento ruso de sus policías y militares en la lucha contra el Estado islámico.

Por su parte, Al-Abadi reveló que ha tenido presiones para que abandone su plan de acercamiento a Moscú.

Los analistas rusos debaten acerca de la postura que el país debería mantener con respecto a Irak y si es conveniente o no aumentar el suministro de armas a Bagdad.

Evgueni Satanovski, presidente del Instituto de Estudios de Oriente Próximo, explica el valor que tiene para es país eslavo la cooperación militar con Bagdad. "El único estado que oficialmente apoya a Irak en el suministro de equipamiento cuando se enfrenta a la amenaza del EI es Rusia. En estos momentos en algunas área del país hay aviones, artillería y tanques rusos enfrentándose solas al Estado Islámico. No importa quien utiliza esas armas, si es Irak, Irán o al-Assad en Siria. Es una contribución en la lucha contra los islamistas radicales".  Añade que "Rusia es el único país que promete ayuda y la da".

Por su parte, Grigory Kosach, profesor de estudios orientales en la Universidad Estatal Rusa de Humanidades, es muy crítico con esta postura del Kremlin."Los EE UU y los países occidentales siempre señalan las deficiencias del régimen de Bagdad en materia de derechos humanos, la infrarrepresentación de los sunitas en las instituciones y el uso que se hace de las milicias chiitas. Rusia, en cambio, no hace nada de eso. Simplemente está dispuesta a vender armas en la región a quien esté dispuesto a pagar un buen precio", declara.

La visita del primer ministro Al-Abadi ha sido fructífera, a juzgar por la declaraciones de Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores ruso, que se comprometió a dar el máximo apoyo en la lucha contra el Estado Islámico. "Vamos a tratar de satisfacer al máximo todas las demandas de Irak para que aumente su capacidad defensiva y sean capaces de echar al Estado Islámico y a otros terroristas de su territorio", declaró. También explicó que Rusia entregará armas a Irak sin establecer condiciones.  

El año pasado Rusia envió armas y municiones a Irak por un valor de 1.700 millones de dólares. Entre el suministro hay unidades antiaéreas Pantsir S-1, helicópteros de ataque Mi-35M y cazas Su-25

Marie Harf, portavoz de la Secretaría de Estado de EE UU, declaró que Irak tiene derecho a recibir apoyo militar por parte de Rusia para cumplir sus objetivos de seguridad. Este gesto podría interpretarse como una muestra del acercamiento entre Rusia y EE UU en la amenaza que representa el Estado Islámico para la estabilidad regional, y potencialmente global.

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