Moscú y Buenos Aires, una relación basada en el beneficio mutuo

Vladímir Putin y Cristina Fernández en el encuentro que mantuvieron en el Kremlin. Fuente: RIA Novosti.

Vladímir Putin y Cristina Fernández en el encuentro que mantuvieron en el Kremlin. Fuente: RIA Novosti.

Además de la firma de importantes contratos la visita de Kirchner a Moscú ha supuesto un espaldarazo a la asociación estratégica entre ambos países.

El encuentro entre Vladímir Putin y Crisitna Fernández en Moscú ha mostrado que Argentina y Rusia están desarrollando la cooperación en la esfera política. Los expertos rusos consideran que esta puede ser todavía mayor, en la medida en que pueden encontrar una posición conjunta en contra de las presiones de Occidente, con quien cada país tiene sus propias dificultades.

"Nuestras relaciones no son el resultado de cambios coyunturales, sino del interés por la estabilidad entre ambas regiones. Nos parecemos mucho culturalmente. Cada región se adhiere a los valores europeos, a los valores cristianos tradicionales, pero cada una respeta su identidad e independencia", declara a RBTH Alexéi Shestopal, del centro iberoamericano de la universidad MGIMO.

"Rusia está interesada en que Argentina y sus socios en América Latina rompan con las sanciones y los intentos por bloquear económicamente a Rusia y a sus partidarios en la palestra internacional. Y no es menor el interés de Argentina por que las relaciones con Rusia, y con otros países BRICS, para que le ayuden a defenderse de acciones hostiles de fuerzas, tanto internas como externas, que van contra la soberanía argentina", declaró a RIA Novosti Alexander Jarlamenko, del Insitituto de América Latina de la Academia Rusa de las Ciencias.

Los dos países pueden encontrar un entendimiento recíproco en otra cuestión, las islas Malvinas. Moscú, que desde hace tiempo no tiene relaciones sencillas con el Reino Unido, puede apoyar abiertamente a Argentina en esta disputa territorial.

 

Por su parte, Buenos Aires ha tenido su propia posición respecto a Crimea. Hace un año Kirchner censuró el rechazo de los países occidentales al referéndum que tuvo lugar en la península, recordando que en la carta de las Naciones Unidas se reconoce el derecho de los pueblos a la autodeterminación.

Moscú le concede una gran importancia al proyecto para la construcción de una central nuclear en Argentina. Según palabras de Vladímir Putin, Argentina obtiene "acceso a las últimas tecnologías rusas que cumplen con los requisitos más exigentes en la seguridad nuclear". En caso de que se implemente este contrato Moscú obtendría nuevos clientes, no solo en el país austral, sin que otros países de la región podrían seguir el ejemplo de Buenos Aires.

Este acuerdo tiene considerables connotaciones políticas. Rusia comparte la tecnología nuclear, ante todo, con países que tienen interés en ser potenciales aliados, ya que las relaciones en este ámbito, así como en el técnico-militar, están orientadas a las próximas décadas.

En general, la cooperación energética ha sido el tema más destacado de la reciente visita. "La economía Argentina tiene un déficit energético. El país gasta 9.000 millones de dólares al año en la importación de recursos energéticos"- declara Vladímir Davídov, director del Instituto de América Latina de las Academia Rusa de las Ciencias.- En este sentido, una parte sustancial del país no está investigando en los recursos energéticos. Nosotros tenemos toda la capacidad para poder ayudar a Argentina, incluidos los sondeos a distancia en el subsuelo".

 

Además, Rusia puede participar en el desarrollo de la energía hidroeléctrica argentina. El mercado argentino también muestra interés en las vías férreas rusas. "En los años 90, durante la época del presidente Menem se privatizaron los ferrocarriles. Como resultado el sistema ferroviario ha sufrido un gran declive", explica Davídov. Por su parte, debido a la falta de desarrollo de la infraestructura en varios lugares de América Latina, el mercado argentino se puede convertir en una especie de trampolín para acceder a otros mercados, tanto para la industria nuclear como ferroviaria.

Las compañías argentinas también han mostrado su disposición para abrirse paso en el mercado ruso. Sobre todo en el sector alimentario. "Rusia tiene un déficit desde el punto de vista alimentario. Y la primera decisión para resolver ese problema no será la sustitución de las importaciones a favor de la producción nacional sino en el cambio a otros importadores, más leales y en los que se pueda confiar más", considera Vladímir Davídov.

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