Fuente: Reuters
Tanto John Kerry, secretario de Estado de EE UU, como otros políticos europeos e incluso iraníes han anunciado el progreso en las negociaciones. “Hemos celebrado unas negociaciones muy productivas y hemos conseguido cierto progreso, el más significativo hasta la fecha”, declaraba el viceministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Irakchi.
“Hoy Irán ha salido del punto muerto en el que se encontraba debido a su programa nuclear”, ha declarado el senador Ígor Morózov, miembro del comité del Consejo de la Federación para los asuntos internacionales.
Hoy mismo el director adjunto del OIEA, Tero Varjoranta, señaló en Viena, a su retorno de una reunión técnica en Teherán, que las partes "acordaron acelerar el proceso y reunirse de nuevo a mediados de abril".
Los expertos están de acuerdo con las declaraciones de los políticos. “El progreso que hemos visto desde noviembre de 2013 es infinitamente mayor que el de los últimos 12 años desde momento de la aparición del problema nuclear iraní”, comenta a un corresponsal de RBTH el investigador del Instituto de Estudios Orientales de la Academia Rusa de Ciencias, Vladímir Sazhin, especialista en Irán.
Este optimismo se debe ante todo al paso de un debate más general a la consecución de acuerdos básicos. “Se han acordado los detalles y aspectos concretos de un futuro acuerdo más exhaustivo, - explica a RBTH Stanislav Pritchin, investigador del Instituto de Estudios Orientales de la Academia Rusa de Ciencias. – A juzgar por las moderadas valoraciones de los participantes en las negociaciones, el proceso se está llevando a cabo en un tono bastante positivo”.
De hecho, estas valoraciones moderadas parecen ser precisamente la prueba de un progreso que las partes no desean poner en peligro. “Existen fuerzas muy influyentes contrarias al acuerdo tanto en Irán como en Estados Unidos. Las partes, que no desean exacerbar esta oposición, han decidido no anunciar los resultados de las negociaciones actuales”, aclara Vladímir Sazhin.
Sin embargo, es posible entrever en qué cuestiones se ha logrado alcanzar un entendimiento mutuo. “Se trata del periodo durante el cual la OIEA controlará el programa nuclear iraní y durante el cual Irán no debe desarrollar su infraestructura nuclear. Se han propuesto muchas opciones, desde 3 hasta 25 años. Aunque, según información no contrastada, los iraníes están dispuestos a escuchar una de las últimas propuestas, que prevé un periodo de 10 años”, comenta Vladímir Sazhin.
Es probable que se alcance un compromiso respecto al reactor de agua pesada de la planta iraní de Arak. Según información preliminar, las partes han acordado la introducción de cambios en la construcción del reactor para que este no pueda producir más de 1,5 kilogramos de plutonio al año.
Existen algunas cuestiones en las que por ahora no se ha alcanzado un compromiso, aunque son cuestiones menos relevantes. Una de ellas es el punto sobre el número de centrifugadoras que se utilizan para enriquecer uranio. “En Irán existen en general centrifugadoras de primera generación, su productividad y la efectividad de sus cascadas no es tan alta, por lo que, si Irán tiene 6.500 ó 9.500, la situación no cambia demasiado. De modo que en este aspecto puede alcanzarse un acuerdo”, declara Vladímir Sazhin.
Otra cuestión todavía en disputa es el mecanismo de retirada de las sanciones. Mientras el Congreso estadounidense esté controlado por los republicanos, el presidente Barack Obama no puede garantizar a los iraníes la retirada de todas las sanciones estadounidenses.
Sin embargo, según Sevak Sarujanián, esto tampoco es especialmente necesario para los iraníes: las relaciones económicas entre Irán y EE UU son mínimas desde hace mucho tiempo. Para Teherán es importante que Obama decida retirar las restricciones que impiden a Irán tener relaciones comerciales con terceros países, sobre todo con la UE, y esta decisión compete exclusivamente al presidente estadounidense.
Además de la resolución de las principales disputas, otro estímulo para firmar un acuerdo es el corto plazo de tiempo, ya que el acuerdo marco debería estar listo antes del 24 de marzo.
“Ambas partes se juegan su autoridad política en la resolución de esta cuestión, por lo que harán todo lo que puedan para conseguir la firma del acuerdo marco”, comenta Vladímir Sazhin. “El presidente de Irán, Rouhaní llegó al poder con la promesa de solucionar los principales problemas socioeconómicos de su país, y eso es algo imposible si EE UU no retira las sanciones”, añade Sevak Sarujanián.
El Grupo de los Seis considera que Irán ha ocultado parte de su programa nuclear y pretende construir una bomba atómica. Irán responde que su programa es pacífico y tiene derecho a desarrollarlo. La OIEA ha llevado a cabo inspecciones en el país y durante la presidencia de Mahmud Ahmadineyad (2005-2013) se vivieron varios años de tensión diplomática. Con la llegada al poder de Hasán Rouhaní se han dado pasos para llegar a un acuerdo. Irán ha recibido sanciones estimadas en 25.000 y 30.000 millones de dólares cada seis meses.
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