Gazprom se propone utilizar gas para vehículos

Fuente: servicio de prensa

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Rusia, que cuenta con la mayor reserva conocida de gas natural del mundo, quiere promover el uso de gas natural comprimido (GNC), para lo que se ha puesto en contacto con las compañías argentinas Galileo, Aspro y Agira.

¿QUÉ ES EL GNC?

Gas Natural Comprimido es el mismo gas natural que se consume en los hogares y que es transportado a alta presión en tanque de almacenamiento desde donde se alimenta el motor del vehículo. El gas natural es un combustible mucho más limpio que la nafta, no deja residuos, y todavía para que contamine menos se usan máquinas sin aceite que hace que la combustión sea mucho menor.

Según Diego Mussi, “el GNC es seguro, ecológico y más económico”.

En los últimos meses de 2014 se produjeron varios encuentros entre representantes políticos y empresariales de Rusia y Argentina en torno al sector del gas natural. En estas reuniones participó activamente la Ministra de Industria Debora Giorgi con el objetivo de impulsar la exportación de “todos los eslabones de la cadena de producción de la industria del GNC, en la que Argentina es líder mundial”.

En la visita de la delegación de la empresa rusa Gazprom, la mayor extractora de gas natural del mundo, se hizo hincapié en la necesidad de “abastecer a parte del mercado automotor de ómnibus de pasajeros, transporte de cargas y vehículos livianos”. Para lograr ese objetivo compañías argentinas como Galileo, Aspro y Agira, ya han firmado acuerdos de venta de equipamientos para estaciones de servicio.

Rusia es el mayor productor de gas natural ya que cuenta con el 22,3% de la producción mundial. En la antigua Unión Soviética el gas natural representaba el 54% de su consumo de energía primaria, “pero después se dejó de utilizar”, nos dice Osvaldo del Campo, CEO de Galileo. “Hará unos diez años el programa comenzó nuevamente focalizado en algunas ciudades aisladas y desde esa época nosotros estamos en Rusia proveyéndole en proyectos pequeños”.

En el Programa Anual de Gasificación de Regiones Rusas para el desarrollo de la gasificación, Gazprom ha propuesto que 69 regiones del país aumenten el uso del gas natural vehicular, lo que conlleva la creación de infraestructura.

Para Osvaldo el actual gobierno ruso está dando un empuje muy fuerte y en función de eso ya tienen abierta una oficina propia en Moscú. De la misma opinión en Diego Mussi, gerente comercial de Agira Gas, que reconoce que más allá de la iniciativa privada, cuando los gobiernos estimulan algo lo hacen crecer de forma exponencial.

“Rusia es un mercado que tiene todas las condiciones”, afirma Diego, “tiene gas, tiene gasoductos, un parque de motor acorde, es un beneficio para la sociedad pagar mucho menos por el precio del gas contra lo que cuesta la gasolina. Sin olvidar que el gas natural es más conveniente para el medio ambiente”.

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Galileo es la compañía que más experiencia tiene en la relaciones con Rusia. Comenzaron con emprendimientos privados, con algunas municipalidades y pequeñas flotas, y en los últimos años se ha convertido en uno de los principales proveedores de Gazprom. También recientemente ha firmado un acuerdo de cooperación con Rosfnet, para desarrollar estaciones de GNC para vehículos y Gas Natural Licuado (GNL). Actualmente tiene cerca de 30 estaciones de servicio instaladas en Rusia y, “aunque no es un mercado constante”, explica Osvaldo “el año pasado exportamos por valor de unos 7 millones de dólares y seguramente se irá incrementando de año a año”.

Más reciente es la experiencia de Agira Gas, empresa que recién acaba de vender sus tres primeros equipos. Pero Mussi se muestra optimista: “Estamos con una perspectiva a largo plazo para tener un buen posicionamiento en el mercado ruso. Estas tres primeras máquinas esperamos que nos sirvan como showroom allá porque buscamos el negocio grande”.

Por qué le interesa a Rusia

Sin embargo, las buenas expectativas generadas a finales de 2014 se ha visto ensombrecidas por la caída en picado del rublo, la bajada del precio del petróleo  y las duras condiciones económicas a las que este año se enfrenta Rusia.

Mientras que analistas de negocios comienzan a plantear que la crisis del rublo puede afectar a las previsiones de exportación de equipos de GNC, desde Galileo quieren mostrarse optimistas planteando que ésta es una inversión con rédito a medio/largo plazo. Para ellos la reducción en emisiones de gases contaminantes con el uso de GNC y GNL “es un beneficio claro en la agenda de los gobiernos. Los combustibles basados en gas natural permiten ser verde y ahorrar a la vez”. Además, el hecho de que el gas natural sea un recurso abundante en Rusia “asegura su ventaja competitiva por generaciones”. 

Pero también ponen en cuestión que el barril de petróleo a bajo precio vaya a durar mucho. “No se entiende que algo que ayer estaba a 100 dólares ahora haya bajado tanto. Parece algo más coyuntural y de geopolítica que de negocio en sí mismo”, explica Osvaldo.

Diego Mussi además apunta a la ventaja de los países que son productores, ya que pueden aprovechar para que “en vez de subsidiar la gasolina en el mercado interno, la pueden exportar al precio internacional”. También cree posible que en unos meses todo pueda cambiar otra vez. “Me parece que Rusia tiene todas las condiciones para ser un mercado espectacular”, añade.

Enfrentarse al frio

Entrar al mercado ruso con este tipo de equipamiento requiere cumplir una serie de requisitos ya que el país tiene sus normativas específicas. “No es un proceso muy complejo, pero lleva un tiempo resolverlo”, nos cuenta Diego. “Lo que sí tenemos que tener en cuenta es el clima porque hay que rediseñar algunas máquinas teniendo en cuenta que van a trabajar a 30 ó 40 grados bajo cero”.

Desde Galileo ya saben lo que es trabajar a 50 grados bajo cero. “Instalamos una estación de servicio en Yakutsk, que es la ciudad más fría del mundo”, relata Osvaldo.

“Tuvimos que mandar gente de clima semitropical allá y hubo que adaptar la tecnología. Trabajar con esas temperaturas es casi imposible. En esas ciudades arrancan el auto por la mañana y no lo paran porque si no se congelan, así que el motor está permanentemente encendido. Es un clima extremadamente hostil. Pero tuvimos una buena experiencia y luego terminamos mandando más equipos”.

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