José Miguel Insulza Salinas (Santiago, 2 de junio de 1943) es un abogado, académico, investigador y político socialista chileno. Fue elegido secretario general de la OEA en mayo de 2005 y reelegido en 2010. Fuente: Reuters
¿Cómo evaluaría el estado actual de las relaciones entre Rusia y la OEA?
Rusia es país observador en la OEA, y además desempeña esta función de manera bastante activa. Tenemos buenas relaciones y, como la OEA acoge principalmente relaciones multilaterales, no bilaterales, actuamos como un puente que permite a los miembros estar bien informados de todo lo que sucede en las Américas.
¿Cuáles son las vías de colaboración más prometedoras entre Rusia y Latinoamérica?
América Latina exporta una gran cantidad de productos que, obviamente, Rusia no necesita comprarnos precisamente a nosotros. Sin embargo, todavía queda espacio para mejorar significativamente el comercio entre Rusia y los estados latinoamericanos. Siempre ha habido exportaciones agrícolas y también de productos industriales de alto desarrollo en Brasil, México, Argentina y Chile. Los intercambios culturales, que en la época soviética eran bastante intensos, están siendo retomados en la actualidad.
¿Quién es el mayor competidor de Rusia en este mercado?
China es, naturalmente, un gran comprador, aunque depende de las regiones. En el caso de Sudamérica, aunque China exporta gran cantidad de manufacturas, compra mucho más, en términos de mercancías y producción agrícola. En Centroamérica y México probablemente hay más rivalidad, pero es en gran parte una competición entre productos locales para alcanzar el mercado estadounidense.
Si Rusia entra con fuerza en América Latina, no creo que tenga que enfrentarse a competidores serios. El ejemplo chino es una prueba de lo grandes que son las posibilidades en el mercado latinoamericano. El presidente Xi Jinping ha anunciado grandes inversiones en la región, de hasta 250.000 millones de dólares, durante los diez próximos años, a razón de 25.000 millones al año. Espero realmente que ocurra, pero esto no va a quitarle sitio a nadie: las oportunidades de desarrollo en América Latina son enormes.
¿Cómo va a afectar a la situación geopolítica general de América Latina el resurgir de las relaciones diplomáticas entre los EE UU y Cuba?
Es cierto que la situación geopolítica en la región cambiará algo, en la medida en la que va a desaparecer una división artificial que debería haber sido abolida hace tiempo. Eso incrementa las posibilidades de viajes, comercio, transacciones financieras y actividad cultural. Creo que Cuba también cambiará el alcance de sus relaciones diplomáticas.
¿Cree que los países latinoamericanos adoptarán ahora una visión más positiva de los EE UU?
Los países latinoamericanos están convencidos de que los EE UU son su principal socio y se esfuerzan para mejorar sus relaciones comerciales con ese país.
Por supuesto, hay excepciones: la que más a menudo se menciona es Venezuela. Sin embargo, el 90 % de sus exportaciones se basa en el petróleo y tiene un excelente acuerdo comercial con los EE UU, que le permite vender tanto crudo como quiere. Creo que es natural que Latinoamérica, que ha experimentado un fuerte crecimiento en la pasada década, esté ahora más abierta que antes a los negocios y al mundo. Pero eso no tiene por qué perjudicar a su socio más importante, los EE UU: sigue siendo el principal comerciante e inversor en la región.
¿Podría convertirse Latinoamérica en la región donde Rusia y los EE UU compitiesen, para influir en ella, como en tiempos de la Guerra Fría?
No, no creo que esto pueda ocurrir. La necesidad de diálogo entre Occidente y Rusia es esencial, no queda otra alternativa. Pero si este diálogo no resultase, la mayoría de los problemas tendrían lugar en Eurasia y no en Latinoamérica.
La Organización de los Estados Americanos es el organismo regional más antiguo del mundo, cuyo origen se remonta a la Primera Conferencia Internacional Americana, celebrada en Washington, D.C., de octubre de 1889 a abril de 1890. En esta reunión, se acordó crear la Unión Internacional de Repúblicas Americanas y se empezó a tejer una red de disposiciones e instituciones que llegaría a conocerse como “sistema interamericano”, el más antiguo sistema institucional internacional.
La OEA fue creada en 1948 cuando se subscribió, en Bogotá, Colombia, la Carta de la OEA que entró en vigencia en diciembre de 1951. Es un foro político para la toma de decisiones, el diálogo multilateral y la integración de las Américas. La Organización fue fundada con el objetivo de lograr en sus Estados Miembros, como lo estipula el Artículo 1 de la Carta, "un orden de paz y de justicia, fomentar su solidaridad, robustecer su colaboración y defender su soberanía, su integridad territorial y su independencia". Hoy en día, la OEA reúne a los 35 Estados independientes de las Américas. Además, ha otorgado el estatus de Observador Permanente a 69 Estados, así como a la Unión Europea (UE).
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