Una guerra fría sin normas amenaza a Rusia

Fuente: Mijaíl Voskresensky/RIA Novosti

Fuente: Mijaíl Voskresensky/RIA Novosti

Tras la crisis en Ucrania y el aumento de la tensión con Occidente, este año también se ha producido un acercamiento a Asia y América Latina.

En el 2014 Moscú se ha visto arrastrado a la crisis ucraniana que de un lado condujo al retorno de Crimea, que había formado parte de Rusia hasta el 1954, y de otro a la crisis más grave con Occidente desde tiempos de la guerra fría.

En marzo de este año en Crimea se celebró un referéndum en el que sus habitantes, asustados por la llegada al poder en Kiev de nacionalistas y por la perspectiva de una ucranización forzada, casi de forma unánime expresaron su deseo de unirse a Rusia. El parlamento de Crimea, elegido según las leyes ucranianas en 2010, apoyó esta decisión del pueblo.

Estados Unidos y sus aliados condenaron la acción de Moscú que calificaron de anexión e introdujeron sanciones económicas a gran escala contra Rusia. Sin embargo, Moscú considera que si Crimea, con su población mayoritariamente rusófona, se hubiera quedado  como parte de Ucrania le hubiera aguardado el mismo destino que Donbass.

Inmediatamente después de Crimea las regiones rusófonas del sur este de Ucrania también empezaron a defender sus intereses políticos y culturales que las nuevas autoridades del país intentaban menoscabar. Esto desembocó en un conflicto armado, cuyas víctimas no fueron solo miles de personas de ambos lados, sino también los pasajeros del vuelo MH-17 que por una razón incomprensible se encontraba sobre la zona donde tenían lugar las operaciones militares.

Esta guerra trajo consigo nuevas acusaciones y sanciones contra la Federación de Rusia. Sin embargo, Moscú no quiere la desintegración del estado vecino. Presta ayuda  humanitaria a las autoproclamadas repúblicas de Lugansk y Donetsk y está a favor de las negociaciones de paz entre los rebeldes y el gobierno. Con la ayuda del Kremlin en septiembre se firmó el Acuerdo de Minsk  que estipula el alto el fuego y la concesión de un estatus especial para el Donbass, pero obligatoriamente en el marco de Ucrania.

Todavía no está claro cómo se canalizarán los esfuerzos diplomáticos en un futuro inmediato. Las relaciones entre Rusia y Occidente pasan por un momento muy tenso, como se puso de manifiesto en la cumbre del G20  que tuvo lugar en noviembre en la ciudad australiana de Brisbane. Además, en lugar de la actividad pacificadora las dos partes continúan intercambiándose sanciones y recriminaciones.

Sin duda, la competición en la que el más fuerte castiga a su rival no puede durar eternamente pero de momento se mantiene la tendencia a la agravación de la confrontación. El saliente secretario general de la OTAN, Anders Fog Rasmussen, por ejemplo, ya calificó a Rusia de enemigo de la Alianza.

Al mismo tiempo Rusia busca nuevos colaboradores y abiertamente cancela algunos proyectos que tenía conjuntamente con Occidente. Un ejemplo muy significativo de esto es la negativa a construir el gasoducto South Stream

Putin dio que Rusia “no puede continuar con la realización del proyecto South Stream” en Ankara, en una rueda de prensa conjunta con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan. La necesidad de gas de la economía turca y la disposición por parte de Rusia de aumentar los suministros aumentando la capacidad del gaseoducto Blue Stream llevaron a que los socios que se habían distanciado por culpa de la crisis en Siria volvieran a darse palmadas a los hombros.

Acercamiento a China, América Latina y la India

China también recibirá más gas como resultado de la cumbre de APEC (Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico) que tuvo lugar en Pekín en noviembre. Se decidió aumentar en casi dos veces el subministro a través de la tubería oriental Altái, para complementar el acuerdo que se firmó en mayo en 2014 sobre los suministros de combustible a China a través de la ruta oriental del gaseoducto Fuerza de Siberia. A cambio, a juzgar por los rumores de pasillo, los empresarios chinos están dispuestos a invertir de forma más activa en la industria rusa, además de avituallar al mercado ruso de productos agrícolas.

Esta posibilidad se había examinado anteriormente en otra cumbre, en este caso la de los BRICS que tuvo lugar el pasado junio en Brasilia. El país anfitrión también expresó su disponibilidad para aumentar los suministros de producción a Rusia. Además de Brasil, Vladímir Putin también mantuvo negociaciones con otros líderes de países latinoamericanos con el objetivo de ampliar la cooperación. El presidente ruso realizó una gira oficial por América Latina durante la cual visitó Cuba, Nicaragua y Argentina.

India, por su parte, propuso sustituir los suministros de producción médica occidentales por sus productos, sobre todo los medicamentos. Este tema se discutió el 11 de diciembre en Nueva Delhi donde Vladímir Putin   se reunió con el primer ministro indio Narendra Modri. Las negociaciones sirvieron para acordar un Plan para reforzar la cooperación ruso-india durante los próximos diez años.

Cabe señalar que todos los países mencionados que han acordado reforzar la cooperación con Rusia, han recibido también como mínimo a tres nuevos colaboradores.

El 1 de enero de 2015 empezará a funcionar al completo la Unión Económica Euroasiática. Rusia, Kazajistán, Bielorusia y Armenia empezarán a cumplir la obligación de “garantizar la libre circulación de mercancías, servicios, capital y mano de obra, y a realizar una política acordada en sectores clave de la economía: energía, industria, agricultura y transporte”.

Es especialmente importante para Rusia el establecimiento de sólidas relaciones con nuevos socios internacionales en unos momentos en que las perspectivas de desarrollo de las relaciones con Estados Unidos son más bien sombrías y calificadas por los expertos de “guerra fría sin normas”, un conflicto que se diferencia de la primera guerra fría porque entonces Washington reconocía la existencia de zonas de influencia soviéticas y Moscú, a su vez, las norteamericanas.

Lea más: Por qué está ganando Putin la nueva guerra fría>>>

Todos los derechos reservados por Rossíiskaia Gazeta.

Esta página web utiliza cookies. Haz click aquí para más información.

Aceptar cookies