El primer ministro ruso Dmitri Medvédev con su homólogo chino, Li Kequiang, antes de la rueda de prensa conjunta que ofrecieron el Moscú el pasado lunes, 13 de octubre. Fuente: AP
En total se han firmado 38 acuerdos bilaterales entre departamentos y corporaciones. Según el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, esta es una cifra récord. La firma de este paquete de documentos estaba prevista para la visita a Moscú del primer ministro de la República Popular China, Li Keqiang.
Uno de los bloques más importantes del paquete de acuerdos es el financiero. Los bancos rusos contra los que Estados Unidos y la Unión Europea han introducido sus sanciones han obtenido líneas de crédito del Banco de Exportaciones e Importaciones de China.
De este modo, VTB y Vneshekonombank han firmado acuerdos marco sobre créditos equivalentes a 2.000 millones de dólares cada uno. Estos fondos podrían utilizarse para financiar la importación desde China.
“Para los bancos rusos que se han visto privados de financiación por parte de Occidente, esta es una gran oportunidad, - opina el analista de Investcafé Mijaíl Kuzmín. – Evidentemente, con estos fondos los bancos no podrán ofrecer créditos de divisas, pero podrán destinar sus propios fondos (que serán liberados gracias a los créditos chinos) a otros objetivos y proyectos necesarios. De este modo, en parte puede decirse que se ha producido una sustitución de la financiación”, aclara Kuzmín.
“Los créditos, que en total ascienden a 4.000 millones de dólares, no serán la alternativa a la financiación occidental de la economía rusa, ya que este dinero se utilizará principalmente para la compra de productos en China”, comenta Alexander Abrámov, investigador principal del Centro de Análisis del Sistema Financiero de la Academia Rusa de Economía Nacional y Administración Pública.
El banco ruso Rosseljozbank, que también ha sido víctima de las sanciones occidentales, ha firmado otro acuerdo marco de financiación en el Banco de Exportaciones e Importaciones de China.
Además, el Banco Central de Rusia y el Banco Popular de China han firmado un acuerdo sobre swaps de divisas para un plazo de tres años. El volumen de la línea de swaps asciende a 150.000 millones de yuanes (unos 25.000 millones de dólares).
Según se comenta en un comunicado del Banco Central de la Federación de Rusia, esto se lleva a cabo “con el objetivo de crear unas condiciones aptas para el futuro desarrollo del comercio bilateral y la inversión mutua entre la Rusia y la República Popular China”. Cabe señalar que no se trata de un crédito, sino de un intercambio de divisas. Los bancos de ambos países han acordado intercambiar durante los próximos tres años sus divisas nacionales según un tipo de cambio fijo por un valor total de 150.000 millones de yuanes.
En primer lugar, esta medida se lleva a cabo para evitar la volatilidad excesiva del yuan y, en segundo lugar, para garantizar la estabilidad del negocio. “El acuerdo con China permitirá a las grandes empresas operar con normalidad. Los empresarios ahora saben que pueden llevar a cabo sus negocios con China sin peligro de que estos se hundan dentro de un mes”, explica la analista Anna Kókoreva, de la compañía Alpari.
Gas
En el ámbito gasístico no se han firmado acuerdos de gran relevancia. Durante la visita del primer ministro chino únicamente llegó a firmarse un acuerdo intergubernamental sobre el gas que llevaba tiempo preparándose. Este acuerdo resultaba necesario para que pudiera entrar en vigor de manera oficial el contrato ya firmado entre Gazprom y la china CNPC para la ruta oriental del gasoducto Power of Siberia, que transportará 38.000 millones de metros cúbicos al año durante los próximos 30 años.
No obstante, China ha propuesto la creación con Rusia de una empresa conjunta para el desarrollo de Gas Natural Licuado (GNL).“Rosneft y la compañía china de petróleo y gas CNPC están estudiando la posibilidad de realizar proyectos conjuntos de GNL, incluyendo el potencial suministro de gas natural licuado ruso a China”, según en un comunicado de la compañía petrolera Rosneft.
Por ahora nadie has sabido esclarecer los detalles. “No estoy seguro de si puede tratarse de que China tenga la intención de participar en la construcción de una fábrica de GNL. Seguramente se trata del suministro de GNL desde la fábrica de Sajalín que están construyendo de forma conjunta Rosneft y Exxon Mobile”, comenta el analista de Investcafé Grigori Birg.
Según este, para China esto significa, en primer lugar, la diversificación de sus proveedores. Es decir, además de Gazprom, que venderá el gas a través de su gasoducto, China contará con otro proveedor. En segundo lugar, se trata de una diversificación de los medios de transporte.
Ferrocarriles Rusos
Otro ámbito importante de la futura cooperación será la construcción de líneas de ferrocarril de alta velocidad. Las partes han firmado un memorándum sobre cooperación.
Los socios chinos de la empresa estatal Ferrocarriles Rusos están dispuestos a cofinanciar el proyecto de construcción de la línea de alta velocidad Moscú – Kazán, que costará más de 1 billón de rublos, así como a localizar en Rusia la producción del material rodante para llevar a cabo este proyecto.
En la actualidad, la compañía alemana Siemens y la francesa Alstom también aspiran a participar en el proyecto de la línea de alta velocidad.
En China existen dos grandes compañías especializadas en la construcción de trenes, - China CNR Corporation (CNR) y China South Locomotive & Rolling Stock Corporation (CSR). El proyecto de construcción de la línea de alta velocidad prevé un alto nivel de localización de la producción (más de un 50%). La base de producción para los chinos podría ser una fábrica en la que Siemens, junto con Sinara, ya construye los trenes de alta velocidad Lástochka, según informa el periódico RBC citando a una fuente en Ferrocarriles Rusos.
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