Irán y Rusia se acercan y firman un acuerdo petrolífero

Moscú comprará crudo a Teherán durante los próximos cinco años. El mercado del país persa interesa cada vez más a los inversores globales. Fuente: AP

Moscú comprará crudo a Teherán durante los próximos cinco años. El mercado del país persa interesa cada vez más a los inversores globales. Fuente: AP

Ambos países acuerdan estrechar la cooperación económica. El contrato petrolífero tiene una duración de cinco años y sienta las bases para un acuerdo comercial.

Rusia e Irán han firmado un memorándum de mutuo entendimiento para un periodo de cinco años que prevé una importante revitalización de la colaboración económica. El documento sienta las bases para un acuerdo multimillonario en la esfera del comercio y el petróleo entre los dos países. Pero no solo las empresas rusas han activado su línea iraní, algunos países occidentales, entre los que destaca Alemania, también han seguido esta línea.

"El memorándum prevé ampliar las relaciones comerciales y económicas en el área de la construcción y reconstrucción de generación de electricidad, el desarrollo de las infraestructuras de la red eléctrica, el sector gasístico y petrolífero, así como en la venta de maquinaria, equipamiento y productos de consumo", ha aclarado el Ministerio de Energía de la Federación de Rusia.

En el Ministerio han aclarado que los contratos concretos en las esferas indicadas anteriormente se negociarán entre el 9 y el 10 de septiembre en Teherán, en una reunión intergubernamental entre la Federación Rusia e Irán.

Principalmente estaríamos hablando de la compra por parte de Rusia de petróleo iraní. Inicialmente se hablaba de grandes volúmenes, de hasta 25 millones de toneladas al año, lo que hubiera supuesto casi un cuarto de toda la extracción petrolífera del país persa.

A día de hoy los datos de los que dispone el periódico Kommersant hablan de un volumen más modesto, de entre 2,5 y 3 millones al año. Irán venderá el petróleo algo más barato de lo que cuesta el Brent.  El monto total anual del contrató podría ser de unos 2.350 millones de dólares. 

Pero incluso los 3 millones de toneladas al año, el 1,5% de la extracción iraní, suponen para los expertos un volumen significativo.  Como explicó a RBTH el analista de Investkafe, Grigori Birg, esto supone un 10% de lo que Rusia exporta a los países del Pacífico asiático y un 2% de la exportación de petróleo a los países de la UE. 

Grigori Birg opina que "para el mercado del petróleo supone un volumen considerable, sobre todo si las sanciones aprobadas contra Rusia influyen de forma negativa en los niveles de extracción nacional de petróleo".  En opinión de este experto Rusia tiene varias opciones: puede reexportar el petróleo iraní en crudo, transformarlo y exportarlo en forma de productos elaborados o destinarlo al mercado interno.

El principal problema de esta colaboración en el ámbito petrolífero sigue siendo la búsqueda de diversificación de las ventas, sobre todo debido al actual embargo al petróleo que tiene Irán.

Anteriormente se consideró un plan de las ventas a Bielorrusia y Ucrania, donde las empresas rusas tienen capacidad para el tratamiento del crudo. Pero se renunció por cuestiones políticas. Actualmente se considera que las principales líneas de venta serán China y los usuarios de África (posiblemente Sudáfrica).

El embajador de Rusia en Teherán, Levan Dzhagarián, considera que además de crudo, Irán puede vender a Rusia "productos petroquímicos, cemento, alfombras y productos elaborados a partir de frutas y verduras". El embajador de Irán en Moscú, Mejdi Sanai, cree que Teherán está interesada en comprar maquinaria y equipamiento ruso, carriles, camiones pesados, metales y grano.

Los acuerdos entre los dos países dan por supuesta la participación de empresas rusas en proyectos de construcción y reconstrucción de centrales y redes eléctricas en territorio iraní. En opinión del embajador, Teherán estaría interesada en la participación rusa en la electrificación de sus ferrocarriles.

Irán también valora la posibilidad de comprar a Rusia varios cientos de megavatios de energía eléctrica. Además de eso, dice el embajador, Teherán estaría interesada en poner en marcha proyectos conjuntos para la creación de minirefinerías en territorio iraní y desarrollar yacimientos de gas.

Las sanciones han acelerado la cooperación con Irán

En opinión de los expertos la firma, en estos momentos, del memorándum entre Rusia e Irán se explica en gran parte por el empeoramiento de las relaciones entre Rusia y Occidente

"Moscú ha invertido muchos esfuerzos en la resolución diplomática de la cuestión nuclear iraní y estaba dispuesto a abstenerse de tomar acciones que pudieran provocar una dura reacción por parte de los EE UU. Pero la situación ha cambiado", declaró a Kommersant el experto del Centro-PIR, Andréi Baklitski. "Rusia ahora cada vez está menos dispuesta a seguir las recomendaciones de los EE UU, e Irán, cuya importancia ha crecido enormemente para Occidente, debido a los acontecimientos en Irak y a la búsqueda de alternativas a los hidrocarburos rusos, ha ganado una gran libertad de maniobra. Además, Moscú antes tenía que considerar la amenaza de las sanciones estadounidenses por infringir el embargo al petróleo sobre Irán, pero ahora que se han introducido también sanciones sobre el sector petrolífero ruso este factor cada vez tiene menos importancia".

Otra razón para que Moscú ponga en marcha planes relacionados con Teherán, según los expertos, es la creciente guerra por el mercado iraní. 

Ya a finales del año pasado, cuando se inició el proceso de retirada de las sanciones sobre el país persa. Aparecieron entonces en Teherán delegaciones de representantes comerciales de China, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia, Austria, Suecia y otros países. En pocos días Reuters y The Wall Street Journal, remitiéndose a una fuente en la industria alemana, comunicaron que debido a la situación en Ucrania y las sanciones de EE UU y la UE sobre la Federación de Rusia, los empresarios alemanes podrían desviar sus inversiones hacia Irán.

Además, la Cámara de Comercio alemana pronostica que una vez que las sanciones sobre Teherán se atenúen, las exportaciones anuales de Alemania a Irán alcanzarán los 10.000 millones de euros, (en 2013 fueron de 1.850 millones). 

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