Vladímir Putin visita por primera vez Buenos Aires, donde ha firmado varios importantes acuerdos estratégicos. Fuente: AFP / East News
Según Héctor Timerman, ministro de Asuntos Exteriores de Argentina, desde entonces existe entre los dos países un intenso diálogo en distintos niveles y de temática muy variada: desde los diversos aspectos de las relaciones bilaterales hasta muchas situaciones de la escena internacional. “Este diálogo ha ayudado a alcanzar una gran confianza mutua y ha conseguido que las relaciones bilaterales vivan un momento histórico”, señalaba Timerman en una entrevista para los medios de comunicación rusos.
Por su parte, el director del Instituto de Latinoamérica de la Academia Rusa de Ciencias, Vladímir Davydov, ha señalado la importancia de la visita de Putin a Latinoamérica desde el punto de vista de la apuesta en política exterior de Rusia: “Argentina se convirtió en un socio especial de Moscú en esta región después de que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se solidarizara con la postura de Rusia respecto a Crimea y reprendiera el doble rasero de Occidente en relación con los referéndums de Crimea y de las islas Malvinas, - explica el experto a RBTH. – No en vano Putin señaló que, en muchos de los problemas más importantes de la región y del mundo, Argentina tiene una opinión soberana. Los dos países poseen opiniones similares respecto a los principales problemas internacionales: juntos defienden los principios de un orden mundial multipolar, de la igualdad de derechos y de la seguridad. A Rusia y Argentina les unen también sus constantes críticas contra el sistema financiero internacional”.
Perspectivas económicas
El pasado sábado en Buenos Aires se firmó en presencia de los líderes de Argentina y Rusia una serie de importantes acuerdos con el objetivo de profundizar en la cooperación entre los dos países.
Tres de ellos se firmaron entre los respectivos ministerios de Justicia: acuerdos interestatales de asistencia legal para procesos penales y del traslado de presos. Sin embargo, Putin opina que el acuerdo intergubernamental sobre la cooperación en el ámbito del uso de la energía nuclear con fines pacíficos será la base de la futura cooperación ruso-argentina. Rusia cuenta con tecnologías avanzadas para la construcción de centrales nucleares muy competitivas por su alta eficacia económica y que cumplen con los más estrictos estándares de seguridad y ecología.
Es más, Rusia ya superado la fase de cualificación para la construcción de una cuarta central nuclear en Argentina.
“A pesar de los complejos procesos de la economía mundial, hemos logrado mantener una tendencia positiva en el comercio bilateral, que el año pasado se incrementó en más de un 16%”,- señaló Putin tras el encuentro. El presidente recordó que más de un 20% de la energía hidroeléctrica de Argentina se genera con el uso de maquinaria rusa y expresó su esperanza de que las compañías rusas se involucren activamente en el programa de modernización y explotación de nuevas centrales hidroeléctricas en Argentina.
La compañía rusa Inter RAO planea construir la central hidroeléctrica Chiuido I, que tendrá una potencia de 637 MW y costará 2.000 millones de dólares. Power Machines ha firmado un contrato de suministro de turbinas para la central hidroeléctrica Punta Negra por valor de 19 millones de dólares. Esta compañía se dispone a participar en la modernización de la central hidroeléctrica argentino-uruguaya Salto Grande. También se está preparando un proyecto de suministro de maquinaria para el complejo de centrales Argentina – Patagonia.
Además, según información de RBTH, Gazprom y la compañía argentina YPF siguen negociando el posible desarrollo conjunto de uno de los mayores depósitos de petróleo y gas del mundo: el yacimiento Vaca Muerta en la Patagonia.
“Estamos dispuestos a ampliar nuestra cooperación en otros sectores relacionados con las altas tecnologías, como la industria espacial, - señalaba Putin. – Esperamos que Argentina apruebe la instalación de una estación de recopilación de mediciones del sistema GLONASS en el país”.
En las negociaciones se prestó una atención especial al incremento de la cooperación científico-militar. En particular, se negoció el suministro a Argentina de helicópteros y aviones de transporte militares para realizar un trabajo conjunto en la Antártida.
Cristina Fernández de Kirchner, por su parte, destacó que Argentina y Rusia son socios estratégicos no solamente en la región, sino también en la ONU, donde Argentina es en la actualidad miembro no permanente del Consejo de Seguridad, así como en el G20.
Según la presidenta argentina, en el futuro se podría ampliar la agenda del G20 para poder tratar problemas como la lucha contra el terrorismo y el sistema financiero mundial. En particular, según Kirchner, “es necesario regular el flujo de capitales que han convertido el mundo en un casino financiero global en el que muchos países se ahogan bajo el peso de sus deudas”
El símbolo de unas relaciones de fraternidad
Putin ha propuesto la celebración del Año Cultural de Rusia y Argentina en 2015, un año en el que se celebra el 130º aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre los dos países. Según el presidente ruso, esto contribuirá a una aproximación de ambos pueblos no solamente en el ámbito de la cultura, sino también en el marco de acuerdos internacionales.
Cristina Fernández de Kirchner ha aplaudido esta iniciativa y la ha calificado de “agradable sorpresa”. La presidenta de Argentina también había preparado una sorpresa para Vladímir Putin: le regaló un bandoneón, el símbolo del tango, de Argentina, de la cultura argentina y de unas relaciones de fraternidad.
Putin recordó que el primer enviado ruso a Buenos Aires, Alexander Ionin, ya en 1885 escribió que ambos países debían tenderse la mano y convertirse en aliados. “Siguiendo este consejo, nos hemos apoyado mutuamente durante los 130 años de nuestras relaciones diplomáticas”, señaló el presidente ruso.
En particular, Moscú se ha declarado en numerosas ocasiones a favor de resolver la disputa sobre la soberanía de las islas Malvinas entre Argentina y Gran Bretaña.
Vladímir Putin no olvidó mencionar el hecho de que para cientos de miles de ciudadanos nacidos en Rusia, Argentina se convirtió en su segunda patria: “Aquí, en Argentina, vive la mayor diáspora de habla rusa de Sudamérica, formada por los descendientes de conocidas dinastías rusas, de artistas, activistas políticos y comandantes militares. Muchos de ellos conservan un vínculo espiritual con Rusia, su historia y su cultura, y contribuyen a una mayor comprensión mutua entre nuestros pueblos”, señaló el presidente ruso.
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