Entrevista con Serguéi Riabkov, viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, sobre la situación en Ucrania. Fuente: Kommersant
Vemos que se están llevando a cabo continuas negociaciones entre el ministro de Asuntos Exteriores Serguéi Lavrov y el secretario de estado de los EE UU John Kerry y que parece que todos dicen estar consiguiendo llegar a un acuerdo. ¿Es cierto o no?
Si se refiere a llegar a un acuerdo en cuanto a una resolución de la crisis en Ucrania, estaríamos hablando de la declaración de Ginebra del 17 de abril. Y no se trata de ampliarla o añadirle algo al documento y volverlo a firmar.
Sino de que el gobierno de Kiev y sus patrocinadores, por no usar la palabra titiriteros, en Washington y en otras capitales europeas siguieran completamente esta declaración y la cumplieran. Se quejan de que, por así decirlo, no concluimos el acuerdo en este sentido, pero la verdad es que no tienen ni un solo testimonio fiable de que ellos mismos estén cumpliendo la declaración de Ginebra. Lo importante en esta declaración es el desarme del Sector de Derechas y la liberación de las calles y plazas tomadas de forma ilegal por toda Ucrania.
No podemos aceptar una situación en la que toda la presión y la crítica política esté dirigida ahora hacia los activistas que protestan en las regiones orientales y sudorientales de Ucrania, como si lo que ha llevado a esta gente a una forma tan extrema de manifestar su protesta no existiera.
Algunos expertos definen las sanciones de EEUU y la UE como cosméticas. ¿Está de acuerdo?
No considero que estas medidas sean cosméticas. Estamos viendo cómo se recrudece la política de sanciones de EE UU sobre Rusia. Esto es alarmante. No estamos dramatizando, no queremos presentar el asunto como que el mundo está patas arriba, pero para nosotros es absolutamente evidente que estas medidas son serias.
Especialmente en lo referente a la restricción de la colaboración en alta tecnología, la venta de artículos de doble utilización por parte de EE UU a Rusia, las cuestiones relacionadas con el lanzamiento de naves espaciales de fabricación estadounidense o que contengan un determinado porcentaje de componentes estadounidenses.
Todo esto supone un ataque contra nuestras empresas y el sector de la alta tecnología. No es otra cosa que el renacimiento del sistema creado en 1949, cuando los países occidentales dejaron caer un 'telón de acero' sobre la venta de productos de alta tecnología a la URSS y otros países.
A menudo oímos que en caso de que se produzca un alejamiento radical con los países occidentales, Rusia se orientaría en gran parte hacia Oriente, hacia China, India y Japón.
No estoy de acuerdo con plantear la cuestión de una forma tan plana.
Al contrario, nosotros siempre hemos declarado (y lo mantenemos actualmente) que la política exterior debería tener múltiples orientaciones.
Y no queremos cortar relaciones ni con la Unión Europea ni con los EE UU. Tenemos muchas conexiones de todo tipo: humanas, familiares, laborales, la economía está interrelacionada.
Pero también queremos ocuparnos del desarrollo de nuestras regiones de Extremo Oriente. Tenemos una relación especial con China, grandes planes en el Sudeste Asiático, con Japón estamos empezando a establecer buenas relaciones. Y todo esto se puede ir haciendo al mismo tiempo.
¿Qué deberíamos esperar en breve en Ucrania? ¿Qué tipo de acciones por parte de Rusia?
Nosotros tan solo queremos que el proceso político que, nos gustaría pensar, va a comenzar en breve a pesar de todo, integre a todas las partes. Es decir, que las regiones tengan la posibilidad de expresarse sobre cómo ven el futuro de Ucrania. Nada más.
No queremos para nada, y me gustaría recalcarlo, repetir el conocido como escenario de Crimea. No hay fundamento para temer algo así.
Tan solo hace falta dar a la gente la posibilidad de participar en la determinación del futuro de su país en la justa medida. Este es un deseo completamente normal y natural. Es la base de cualquier proceso democrático.
Explíquenos por favor, en qué se diferencian los separatistas de Donetsk y de Slaviansk de los separatistas chechenos.
No creo que la gente que se manifiesta en Slaviansk o en Donetsk sean separatistas, partamos de ahí. Son personas que están defendiendo que se garanticen y se respeten sin condiciones sus derechos, en todos los ámbitos, incluido el ámbito de la lengua, el acceso a la información, etc.
El giro asiático de Moscú es previo a las sanciones de Occidente
Están defendiendo la posibilidad de defender sus intereses, los económicos también, el interés de su región cuando se tomen decisiones sobre cuestiones comunes a toda Ucrania.
Los que luchaban contra nuestras tropas en
Chechenia habían declarado la separación de un territorio. Y no solo la habían
declarado sino que se habían alzado en armas con métodos terroristas. No se pueden establecer paralelismos.
Artículo publicado originalmente en ruso Gazeta.ru.
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