Moscú pide a Occidente que presione al gobierno de Kiev

El representante permanente de Rusia ante la ONU, Vitali Churkin, señala en el Consejo de Seguridad que se puede evitar la guerra en Ucrania. Fuente: UN Photo

El representante permanente de Rusia ante la ONU, Vitali Churkin, señala en el Consejo de Seguridad que se puede evitar la guerra en Ucrania. Fuente: UN Photo

Durante una intervención el 14 de abril ante los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, el representante permanente de Rusia, Vitali Churkin, instó a la comunidad internacional a exigir al gobierno de Kiev que detenga “la guerra contra el pueblo ucraniano” y advirtió de que en caso contrario se irán al traste las negociaciones del 17 de abril con la participación de la Federación Rusa, la UE, Estados Unidos y el gobierno de Kiev.

“La comunidad internacional debe exigir a los secuaces del Maidán que detengan la guerra contra su propio pueblo”, comentaba Churkin. Según este, “los patrocinadores occidentales”, así como Estados Unidos, que se muestra de su parte, “deben poner freno a sus protegidos, que están totalmente fuera de control, obligarlos a separarse de los neonazis y otros extremistas y a detener el uso de las fuerzas armadas contra el pueblo ucraniano”.

Churkin declaró que, en caso de que el gobierno de Ucrania lleve tropas armadas al sureste del país, Moscú podría negarse a participar en las negociaciones. Estas negociaciones en formato 3+1, que contarán con la participación de Rusia, Ucrania, la UE y Estados Unidos, comenzarán en Ginebra el 17 de abril.

En Moscú todavía no han perdido la esperanza de que la situación se solucione adecuadamente. El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, declaró el 12 de abril que considera perfectamente posible que la crisis ucraniana termine próximamente.

No obstante, el ministro lamentó el hecho de que la postura de Moscú no siempre encuentra comprensión en Occidente. “Como respuesta a nuestros esfuerzos por actuar de conformidad con los principios del derecho internacional y por crear un sistema de seguridad, tenemos una política de expansión de la influencia geopolítica de Occidente hacia el Este que se ha convertido a todas luces en una nueva edición de los tradicionales intentos de contener a Rusia”, declaraba Lavrov.

Churkin, por su parte, instó a sus socios occidentales a que dejen de buscar la huella de Moscú en todo: “Algunos, incluidos varios de los que se encuentran en esta sala, empeñados en no ver lo que realmente sucede en Ucrania, buscan constantemente la huella de Moscú en los acontecimientos del sureste del país. Ya basta de hacer esto”.

El representante permanente de Rusia desmintió que el Ejército ruso esté preparándose para cruzar las fronteras con Ucrania. “Basta de difundir falsedades respecto a que estamos concentrando un gran ejército en la frontera con este país, capaz de llegar en pocas horas hasta el mismo canal de La Mancha. Basta de decir que manejamos a huestes de agentes que coordinan las acciones de los protestantes en Ucrania”, declaraba Churkin.

Al parecer, los argumentos del diplomático ruso no convencieron a los miembros del Consejo de Seguridad. La representante de Estados Unidos ante la ONU, Samantha Power, declaró que los disturbios en las regiones del sureste del país “estaban planeadas y organizadas” por Moscú.

Su versión, que asegura que Moscú está intentando desarrollar en las regiones del este de Ucrania el mismo escenario que se dio en Crimea, fue respaldada por las delegaciones de Francia, Gran Bretaña, Australia, Lituania y Luxemburgo. 

Artículo basado en materiales de Kommersant, Vzgliad y Gazeta.ru.

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