Andréi Vazhnov, experto en impresión 3D en la Argentina

Tras varios años trabajando en sturtups en EE UU, Andréi Vazhnov sintió que “estaba quemado”. Había llegado al país norteamericano en 1995 consiguiendo una beca para estudiar una Maestría en Políticas Públicas en Harvard y pronto empezó a trabajar en diversas empresas vinculadas con las nuevas tecnologías, sobre todo en Silicon Valley. 

“En un momento llegué a trabajar tan duro que me dejó de gustar lo que estaba haciendo y quería hacer algo completamente distinto”, cuenta Andréi. Así que en 2010 hizo las maletas y puso rumbo a Buenos Aires con el propósito de aprender español. “Era un sueño que tenía porque soy fanático de la música latina desde hace muchos años. En Argentina tal vez no es tan popular, pero quería saber de qué trataban las letras de la salsa, el merengue, la bachata…” 

Aunque en Argentina no pudiera disfrutar tanto de su música favorita, su viaje de aprendizaje -que en principio iba a ser de tres meses-, se convirtió en una nueva vida. “Me gustó primero la ciudad y después empecé a buscar proyectos”, cuenta Andréi, “fui a hacer una maestría en el IAE que no terminé porque arranqué con nuevos emprendimientos”. 

Trabajando en Trimaker 

Esos nuevos emprendimientos están centrados en una tecnología que viene despuntando en los últimos años: la impresión en 3D. Andréi trabaja actualmente como asesor estratégico de la empresa de fabricación de impresoras 3D Trimaker, ha escrito el libro Impresión 3D. Cómo va a cambiar el mundo y participa en charlas sobre esta tecnología. Una de sus conferencias más conocidas es la que ofreció en el TEDx Río de La Plata. 

Fuente: archivo personal

La tecnología de impresión en 3D no es realmente nueva, “existe de manera comercial desde 1986, que salió a la venta una de las impresoras. Pero antes de eso hay precedentes; ya había una patente muy parecida en 1977 y hubo otro similar en 1956”, cuenta Andréi. Para él la llegada de internet como plataforma global se sitúa en una fecha en torno a 2003 y fue un fenómeno que la empujó definitivamente. 

La forma en la que trabaja la impresora que fabrica Trimaker -la empresa asesorada por Andréi-, es a través de una plataforma que se va levantando mientras se proyecta una imagen que se dibuja en resina fotosensible y capa por capa. Conceptualmente no es un sistema muy complejo. 

“La complejidad viene por el lado de los materiales y el software. Con ello se conforma el triángulo de 3D que necesitamos: la máquina, el material y el software”, nos dice Andréi, “y en Trimaker tratamos de ser especialistas en las tres patas del negocio”. 

Trimaker es una empresa muy joven que ya lanzó a la venta su primera impresora 3D. Esa primera edición limitada se estuvo vendiendo a un ritmo de diez máquinas por mes hasta agotar el stock. En diciembre se presentó el nuevo modelo, T.Black, que es el primero a nivel industrial, el primero que se empieza a fabricar en serie. 

La mayoría de sus clientes son diseñadores industriales, tanto particulares para prototipar como dentro de una empresa, joyeros, odontólogos, artistas, arquitectos, universidades e incluso paleontólogos que quieren reproducir piezas de dinosaurios. 

Hasta ahora Andréi Vazhnov se ha centrado en el trabajo sobre el software y en la asesoría estratégica para Trimaker, sin embargo a partir de ahora sus funciones van a estar más vinculadas con la estrategia.

“Hay un término en las empresas de software de EE UU que se llama product management” nos dice Andrei “y esa es una de las cosas que voy a estar haciendo a largo plazo, tratar de definir qué es lo que el producto tiene que ser”. 

Andréi suele dar charlas sobre impresión en 3D y pasa bastante tiempo mirando sobre tendencias y leyendo sobre el mercado a nivel macro. Durante su conferencia en el TEDx hablaba de su experiencia en un primer empleo en el que le pagaban por trasladar cajas y explicaba cómo va a cambiar de forma radical el modo de producción a escala mundial. Ya no será necesario que alguien traslade esas cajas. “Hoy en día y desde que arrancó la revolución industrial, ha habido dos modalidades de producir: masiva y artesanal. No había nada intermedio. O se producía de a uno, a mano o 100.000”, dice Andréi. “Con la impresión 3D ya no hay economías de escala y el costo por unidad no aumenta o disminuye según la cantidad que imprimas, es siempre lo mismo”. 

Conferencia en TEDx Río de la Plata. Fuente: youtube / TEDx Talks

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