Mi-28NE, helicóptero militar de ataque. Fuente: Vitali Kuzmín
En una rueda de prensa celebrada durante la Feria Internacional del Aire y del Espacio (FIDAE) 2014 de Chile, Isaikin subrayaba que Rosoboronexport “lleva más de un año sometido a varias sanciones de Estados Unidos, pero en la exportación de armamento estas sanciones únicamente han influido desde el punto de vista del crecimiento”.
Según Isaikin, en Estados Unidos “existen muchos senadores que querrían prohibir la venta de armamento de Rusia. Cada año oímos este tipo de propuestas por su parte”. No obstante, señala Isaikin, únicamente el Consejo de Seguridad de la ONU posee la autoridad para ello, aunque la ONU tampoco tiene ninguna justificación para vetar la exportación de armas.
El año pasado las exportaciones rusas de armamento y artículos de uso militar alcanzaron los 13.200 millones de dólares. Esta fue una cifra récord durante toda la historia de Rosoboronexport.
Actualmente se da un fenómeno paradójico: cuanto más alto suenan los gritos de prohibición de Washington, más activamente se apresuran el resto de países a desarrollar su colaboración técnico-militar con Rusia. Un claro ejemplo de ello es Latinoamérica, donde en los últimos 15 años ha habido un verdadero avance en el mercado de armamento ruso.
Según declaraba a la prensa durante la FIDAE 2014 el director del holding 'Helicópteros de Rusia', Alexander Mijéiev, el parque de helicópteros de fabricación rusa en los países de Latinoamérica durante los últimos tres años se ha incrementado en un 6%. Sólo los modelos Mi-8/17 en sus variantes civil y militar ascienden a más de trescientas unidades.
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Los salones internacionales de técnica militar del año pasado demostraron un creciente interés por los vehículos blindados rusos, el armamento ligero y los lanzacohetes múltiples (herederos de los conocidos Katiusha). Cada vez más países intentan proteger su espacio aéreo con sistemas rusos de defensa antiaérea. Junto con el sistema S-300, los más cotizados son 'Tor' y 'Pantsir-S'.
Artículo publicado originalmente en ruso en Rossíyskaya Gazeta.
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