Desfile de la firma de ropa infantil española Mayoral. Fuente: V. Colmenarejo.
“Rusia es un mercado cada vez más importante para las empresas
textiles españolas y progresivamente le prestan más atención. Para
algunas es ya su segundo mercado, después del español. Por ejemplo,
para Inditex por número de tiendas”, explica a este medio Miguel
Rodríguez, de la Oficina Económica y Comercial de España en
Moscú.
Cuando una empresa de moda extranjera, en este caso
española, trata de implantarse en un mercado como el ruso, tiene dos
posibilidades. Una es franquiciarse (como Mango) o abrir sus propias
tiendas (como Inditex - Zara), alternativa que requiere una fuerte
inversión de partida y una imagen de marca consolidada. La otra
opción, algo más modesta, adecuada a firmas de tamaño medio, es
trabajar a través de intermediarios locales, partners rusos
que compren remesas y distribuyan el producto a tiendas multimarca. Y
el principal punto de encuentro anual entre esas firmas extranjeras y
los distribuidores rusos no es otro que la CPM.
“Esta es la feria rusa más importante para la venta de
confección de gamas altas y medias-altas a distribuidores y tiendas
minoristas. Sin ella les costaría mucho a las marcas españolas
acceder al mercado ruso”, comenta Miguel Rodríguez.
“Entrar
desde España es complicado. Así como en la Unión Europea no hay
aduanas y vendes donde quieras, aquí hay trabas para sacar los
negocios adelante, por ejemplo a nivel de homologación,
certificación o pagos. Por eso sucede a menudo que las firmas
españolas llegan a un acuerdo con un distribuidor ruso pero a la
hora de la verdad, al conocer las condiciones, se echan para atrás”,
explica Amadeo Gellida, distribuidor de ropa infantil para la empresa ‘Señor Don Gato’.
Desfile de la marca española de ropa infantil Bóboli.
El consumidor ruso de gama alta no busca sólo calidad, sino también una marca reconocible, y ese segmento está en general copado por firmas francesas e italianas. Dado que las gamas bajas, de escasa calidad y con limitados márgenes de beneficio, ya se cubren con la producción local o asiática, el mayor potencial o margen de crecimiento para las empresas textiles españolas está ahora mismo en las gamas medias, cuya evolución corre pareja al desarrollo de la clase media en el país.
“Se tiene sobre la moda española una percepción de calidad y
diseño. Sucede que el cliente ruso es muy ostentoso, está dispuesto
a gastarse mucho dinero pero quiere que se sepa, y en general eso no
lo aportan las marcas españolas. Así que nos encontramos entre dos
aguas: por calidad estamos mucho más arriba que turcos o chinos,
pero por imagen no estamos al nivel de Italia o Francia. Así que
tenemos que encontrar nuestro nicho, gente dispuesta a pagar un
precio algo más alto por la calidad, pero sin que le aportes la
imagen de marca”, reconoce Amadeo Gellida.
Tras años
creciendo en tasas de doble dígito, el mercado ruso es ya el octavo
destino de las exportaciones textiles españoles, suponiendo un 3%
del total. Las exportaciones españolas de prendas de confección
textil alcanzaron los 202 millones de euros en el periodo
enero/noviembre de 2013. Esta cifra representa un crecimiento del
13,5% respecto al mismo periodo del año anterior, en el que las
exportaciones se situaron en 175 millones de euros.
Sin embargo, las previsiones a corto medio plazo son algo más conservadoras. “Aunque el consumidor en Rusia tiene mucha predisposición al gasto, se está notando un cierto estancamiento del mercado, o sencillamente consolidación. No se puede crecer a un ritmo del 20% todos los años. Esta ralentización está muy vinculada a la economía rusa, que actualmente crece en tasas muy bajas, lo que incide en el consumo”, relata Miguel Rodríguez, de la Oficina Económica y Comercial.
Tacones de aguja y minifaldas: cómo visten las rusas
En la 22ª edición de la Collection Premiere Moscow se han dan cita 1.600 marcas procedentes de 32 países, que se distribuyen en 58.400 metros de exposición, situada junto al metro de Vystavochnaya, a los pies del centro financiero Moscow City.
La cifra de 35 firmas españolas de moda que han acudido a esta edición al CPM es similar a la de años anteriores. El pabellón español ocupa el quinto lugar por orden de importancia, tras el francés, el italiano, el alemán y el turco. Por sectores, 17 de las 35 empresas españolas presentes pertenecen a confección femenina, tres a confección masculina, nueve a la infantil, tres a confección en piel y tres a moda íntima.
La feria se celebra dos veces al año, y en esta ocasión se presentaba la colección de otoño-invierno, que debido al clima es más importante en el mercado ruso. “Consideramos Rusia un mercado muy importante de cara al futuro, por eso queremos trabajarlo con paso firme. Esta es ya nuestra cuarta presencia en la feria, en la que tratamos de hacer nuevos contactos, encontrar clientes, mostrar que estamos presentes en el mercado”, confiesa a Rusia Hoy el representante de la marca Florentino, de moda masculina.
Precisamente Florentino es una de las seis firmas españolas que, además de exponer su ropa, participarron en la feria CPM con desfiles. Fue también el caso de Mayoral, Bóboli y Cóndor, de confección intantil, así como de Massana y Jaycris, firmas de moda íntima.
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