Fuente: Reuters
Durante su encuentro con el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Dzhavad Zafir, Vladímir Putin se lamentó del descenso del volumen de intercambios comerciales entre Rusia e Irán. ¿A qué se debe esa caída?
La razón principal son las sanciones unilaterales impuestas por los EE UU y la Unión Europea a Irán. Creemos que estas medidas son ilegales y así se lo hemos comunicado a nuestros colegas occidentales en diferentes ocasiones. Algunos agentes económicos y bancos rusos no quieren acercarse a Irán por la amenaza de sanciones. Además, por razones objetivas, nuestros agentes económicos no pueden incluir el pago en dólares o en euros.
¿Cómo cree que afectará el levantamiento de las sanciones a Teherán en las relaciones comerciales entre ambos países?
Este proceso, sin duda, será beneficioso. Y es que no solo estamos hablando de una supresión gradual de las sanciones, sino también de la liberación de los activos iraníes congelados en una serie de bancos (una suma equivalente a 4.200 millones de dólares).
En noviembre, los países miembro del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania llegaron a un acuerdo con Irán tras varios años de estancamiento. La República Islámica renunció a continuar un programa de enriquecimiento de uranio y se comprometió a poner bajo control de la OIEA varias instalaciones atómicas.
Por su parte, se acordó que se relajarían las sanciones contra Irán. Esto permitirá a Teherán restablecer relaciones comerciales con numerosos países en sectores como el gas y el petróleo, o el automovilístico, así como reactivar las operaciones comerciales con oro y metales preciosos.
En este contexto, empresas occidentales y asiáticas ya están dando muestras de interés por el potencial del mercado iraní, tratando de abrir en él su propio nicho. Nosotros tampoco estamos cruzados de brazos.
¿Es cierto que a Rusia sobre todo le interesa que avancen las negociaciones sobre el suministro de maquinaria, metales y cereales?
Sí. Y tenemos mucho que ofrecer a Irán. Especialmente en cuanto a productos de la industria siderúrgica, la madera, los cereales, el combustible mineral y el material electrotécnico. Así como en el ámbito de la maquinaria (turbinas, compresores, bombas) y de la producción de máquinas herramienta.
¿Y están dispuestas las empresas rusas en volver a invertir en el sector petrolífero iraní? Parece que Lukoil ya está mostrando interés.
Así es. Por lo que sé, la parte iraní tiene la intención de presentar a finales de febrero un nuevo pliego de condiciones para el trabajo de empresas del sector petrolífero rusas y de otros países. Si estas condiciones resultan atractivas, nuestras empresas sin duda volverán.
EE UU ha expresado su profunda preocupación por la posibilidad de compra de petróleo iraní por parte de las empresas rusas. ¿Debería tomar Rusia en consideración este tipo de objeciones?
Creo que están dramatizando un poco al acusarnos sin ningún fundamento. Por supuesto que tenemos en cuenta lo que nos dicen, pero solo tomaremos una decisión en base a nuestros intereses nacionales.
¿Y cuáles son la perspectiva general y las características de este acuerdo?
Aún no hay ningún acuerdo firmado, nos encontramos todavía en el proceso de negociación. Pero vuelvo a subrayar que las empresas rusas no son las únicas que se están dirigiendo a Irán; también lo hace su competencia en otros países, incluidos los países occidentales.
Desde noviembre han visitado Teherán los chinos, los británicos y los italianos; ahora está en camino una delegación grande de empresas francesas.
Sí, en realidad, solo los perezosos no han estado todavía en Irán. Está viniendo todo el mundo, incluso grandes empresarios de países que habían impuesto sanciones unilaterales a Irán y han criticado al país en ciertos momentos. Algunos de mis colegas que suelen venir aquí con frecuencia me cuentan que los aviones están llenos de empresarios de países europeos.
¿Y qué opina de las declaraciones de Estados Unidos sobre que este tipo de acuerdos podrían debilitar el interés de Irán por cumplir sus compromisos sobre el programa nuclear?
Parece que nuestros socios norteamericanos subestiman la determinación de Irán de cumplir sus compromisos. No tenemos ninguna razón para no confiar en Teherán. Precisamente el aumento de la presión sancionadora sobre Irán es lo que podría interrumpir el proceso de negociación.
Irán está pidiendo a Rosatom que construya nuevas centrales nucleares en su territorio. ¿Le interesa esto a Rusia?
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La central nuclear de Bushehr será transferida a la parte iraní para su explotación en octubre, y nuestra prioridad ahora es garantizar un funcionamiento estable y seguro de esta.
En cuanto a lo de seguir cooperando con Irán en este ámbito, nunca hemos ocultado que estamos abiertos a discutir sobre el tema y que, de hecho, ya lo estamos debatiendo en este momento.
¿Y existe algún acuerdo preliminar?
Se está negociando. Hay una serie de puntos sobre los que debemos ponernos de acuerdo. Personalmente, soy optimista en este asunto.
Artículo publicado originalmente en ruso en Kommersant.
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