Los esquiadores argentinos buscan dejar su huella en los Juegos 2014

Sebastiano Gastaldi. Fuente: Imago / Legion Media

Sebastiano Gastaldi. Fuente: Imago / Legion Media

Fue durante el ya lejano 1960 cuando la Argentina tuvo su mejor resultado en esquí alpino en los Juegos Olímpicos de Invierno. Por aquella época, el atleta nacido en la provincia de Río Negro Osvaldo Ancinas, logró el decimosexto puesto en el evento que se desarrolló en Squaw Valley, California. Fue al mayor logro de la Argentina en esa disciplina desde su primera participación en los Juegos de Invierno, en 1948, en Saint Moritz. Analizamos las posibilidades de los atletas argentinos en los próximas olimpiadas de Sochi.

Un circuito con ciertas dificultades
De los siete atletas, solo uno de ellos participará de competencias de esquí de fondo; se trata del fueguino campeón argentino tres años consecutivos, Federico Cichero (29) quien, en diálogo con Rusia Hoy, recordó haber empezado junto a su entrenador, Sebastián Manci, “prácticamente de cero, hace cinco años”, hasta llegar al nivel actual. 

Cichero clasificó con un promedio de 128 puntos FIS (método de clasificación de la Federación Internacional de Ski). “Nuestro nivel es bueno, pero tenemos un presupuesto extremadamente bajo comparado con países que son potencia mundial”. Cichero competirá en una carrera de 15 kilómetros clásica, y advierte de las dificultades de un circuito como el que presenta Sochi: “Está a 1500 metros sobre el nivel del mar, eso lo hace más duro”.

Por otro lado, los seis atletas que competirán en esquí alpino son: Cristian Simari Birkner (33), Sebastiano Gastaldi (22), Jorge Birkner Ketelhohn (23), Macarena Simari Birkner (29), Salomé Báncora (20) y Julietta Quiroga (25).
Cada uno de ellos proviene de historias distintas, sin embargo, todos competirán con el mismo objetivo: que la Argentina comience a destacarse en deportes poco populares en su tierra. “Somos una punta de lanza para la gente que viene atrás. Por primera vez en mi vida comencé a cobrar una beca y a tener reconocimiento nacional”, destacó Federico Cichero.

 

Salomé Báncora. Fuente: archivo personal

Para los Simari Birkner, Sochi 2014 representará sus cuartos juegos de invierno, pero la historia familiar se remonta hacia sus padres, Teresita y Mario, ambos instructores, quienes plantaron la semilla de los deportes de invierno en sus cuatro hijos: Cristian, María Belén, Macarena y Angélica.

Cristian Simari comenzó a competir de manera internacional a los 13 años y hoy, con 33, recuerda como su mejor resultado el puesto 19 que consiguió en los Juegos de Salt Lake City, en 2002. “Nosotros nos entrenamos por nuestro lado, el mayor apoyo viene de la familia y de los amigos”, explicó Simari a Rusia Hoy en referencia a una decisión familiar. “Me siento en mi mejor momento, tuve una gran temporada. Estoy esquiando muy bien. Sería increíble estar entre los quince mejores”, remarcó Simari. Sin embargo, es realista para con las aspiraciones de una delegación con una estructura todavía joven: “No veo posible una medalla para la Argentina en Sochi”, admitió. 

En relación a esto último y con un tinte más optimista, Gastaldi se esperanzó: “No puedo decir a qué puesto quiero llegar. Todavía no estamos al nivel de los mejores del mundo, pero físicamente estamos muy cerca. Si seguimos así podemos llegar a algo importante”. La Argentina hasta ahora no ha ganado nunca una medalla en un juego olímpico de invierno.
Sebastiano Gastaldi habló con RUSIA sobre sus aspiraciones, su estilo de vida y los deportes de invierno en la Argentina. A pocos días de debutar en Sochi, el campeón argentino de slalom en 2011 y 2012 recordó la importancia del apoyo de su familia en su recorrido.  

 

Julietta Quiroga. Fuente: archivo personal

El italo-argentino de 22 años, Sebastiano Gastaldi, en conversación con Rusia Hoy. Gastaldi integra la delegación de siete representantes albicelestes en esquí alpino para los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi. 

¿Cómo te sentís a tan poco tiempo de debutar en los Juegos Olímpicos de Invierno?
Lo más importante para mí fue clasificar. También tener una buena actuación, no voy a ganar una medalla, sé que no estoy a nivel mundial para pelear por una, pero voy a dar lo mejor de mí, cada año me siento mejor.

¿Recibiste apoyo para poder crecer en tu disciplina, el esquí alpino?

Nosotros (él y su hermana, Nicol Gastaldi, quien no llegó a clasificar) desde 2010 que recibimos apoyo del Enard para becas deportivas y ayuda económica para viajes. La verdad es que desde ese año hemos crecido bastante, mejoramos mucho, tenemos una buena estructura. Ahora tenemos un equipo nacional. En ese año se forma el equipo nacional, después de los juegos olímpicos de Vancouver. Es un deporte muy caro. Sin apoyo económico, es para personas con recursos altos. Necesitás mucho capital, pero si lo querés hacer al cien por ciento, necesitás un capital inmenso propio o de un buen sponsor.
¿Por qué se encuentran con este tipo de dificultades?
No hay una cultura muy grande de esquí en la Argentina, tampoco es muy conocido a nivel mundial. Solo los 30 mejores del mundo pueden vivir de esto y tener un sueldo. Nosotros, con becas, llegamos justos. Con el Enard hemos tenido una ayuda enorme. Todavía falta, pero hemos subido un montón de escalones. Sin el Enard no se podría hablar de un equipo argentino en Sochi 2014.

¿Cómo entraste en los deportes de invierno?
Yo empecé gracias a mi padre, que es instructor de esquí desde hace más de treinta años. Siempre hizo doble temporada trabajando afuera. Cuando nacimos mi hermana y yo, esquiábamos en Bariloche, de donde somos, y en Europa. Una vez que crecimos nos metió en un club y pasábamos de invierno a invierno, nunca vivíamos los veranos. Esquiando nos empezó a ir bastante bien y nos motivamos. Yo empecé cuando tenía dos años y compito desde los seis.

 

Macarena Simari. Fuente: archivo personal

¿Hay mucha distancia hoy en día entre la Argentina y los mejores del mundo?
No estamos muy lejos de los suizos o los austríacos. Vamos a Europa a campeonatos mundiales y, al no tener la confianza, uno se intimida. A la hora de competir, no estamos tan lejos de los mejores. Nos falta, pero nos estamos entrenando en condiciones muy parecidas a los mejores del mundo. Tenemos que empezar a tener un poco más de confianza. En una futura generación, el esquí argentino puede estar entre los mejores del mundo.
¿Cuáles son los puntos fuertes para estos deportes en la Argentina?

En la Argentina los puntos más fuertes para esquí alpino es Ushuaia. Ahí van austríacos, italianos, franceses, noruegos y suecos a usar las pistas. Más que nada por un tema de nieve y disponibilidad de pistas. 

¿Qué esperás de los circuitos de Sochi?
No conozco Sochi, nunca estuve, pero sé que no hace tanto frío como lo más frío de Rusia.

Siempre hacen nieve artificial que, para corredores, es mejor. Se hace cuando la temperatura es menor a cero grados, tiran agua de los cañones y se congela para hacerse nieve. 

¿Qué significó el apoyo de tu familia?
Lo que hizo mi viejo por nosotros fue un esfuerzo enorme. Hasta hace unos años todavía dependíamos de ese esfuerzo. Me transmitió el fanatismo. Me ayudó todo el tiempo. Él no pudo competir y se hizo instructor, le quedaron las ganas que nos transmitió a nosotros. Se pone muy contento cuando nos ve correr. 

¿Qué expectativas tenés?
No puedo decir un puesto al que quiero llegar, pero no quiero ir a sacar la foto y que me quede el recuerdo. Quiero ir y que la gente vea que existe el esquí en la Argentina. Quiero lograr un buen resultado. Me estuve entrenando muy fuerte los últimos cuatro años y todavía no estamos al nivel de los mejores del mundo (físicamente estamos muy cerca y técnicamente nos falta), pero si seguimos así podemos llegar a algo importante. Voy a dar lo mejor de mí para lograr lo mejor.

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