Nuevo frente entre Greenpeace y Rusia

Fuente: ITAR-TASS

Fuente: ITAR-TASS

Representantes de la Agencia Federal de Pesca (Rosrybolovstvo) creen que la organización ecologista Greenpeace podría haber presionado para conseguir la detención de un pesquero ruso en Senegal. Otros expertos consideran que se trata de un intento de expulsar a los pescadores rusos de las aguas africanas.

Andréi Kraini, director de la Agencia Federal de Pesca, Rosrybolovstvo, no descarta que algunos miembros de Greenpeace puedan estar involucrados en la detención del pesquero ruso 'Oleg Naidénov' ordenada por las autoridades de Senegal el pasado 4 de enero.

“Según la información de que disponemos, activistas de la conocida organización instigaron a las autoridades militares senegalesas”, declara Kraini. La Agencia Federal de Pesca también sospecha que el pasado 7 de enero no  se celebraron las negociaciones entre las autoridades rusas y el presidente de Senegal, Macky Sall, debido a la influencia de Greenpeace.

El pesquero lleva más de una semana en el puerto de Dakar custodiado por militares senegaleses, aunque hasta el momento los pescadores rusos no han recibido ninguna reclamación oficial. Las negociaciones de los representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia con el presidente de Senegal, Macky Sall, han sido pospuestas continuamente.

Los activistas han acusado en repetidas ocasiones a los buques rusos de pesca furtiva en aguas africanas.

Según informa la agencia Prime citando al capitán del Oleg Naidénov, Vadim Mantorov, en el momento de la detención el buque no estaba pescando y se encontraba en la zona económica exclusiva de Guinea-Bisáu. Esta información ha sido confirmada por el sistema de seguimiento de Rosrybolovstvo.

A pesar de ello, los militares senegaleses capturaron el buque a 46 millas de la costa de Guinea-Bisáu, con quien Senegal mantiene una antigua disputa sobre las fronteras de la zona económica exclusiva, y lo escoltaron hasta Dakar. Según el director del centro de relaciones públicas de Rosrybolovstvo, Alexander Savéliev, las agresivas acciones de Senegal caercen de justificación.

Andréi Kraini, director de la Agencia Federal de Pesca, Rosrybolovstvo. Fuente: ITAR-TASS

Además, durante su estancia en Dakar, el buque Oleg Naidénov ha pasado por dos inspecciones: el 5 de enero lo visitó una comisión de pesca y el 6 de enero subió a bordo una comisión de las autoridades portuarias para comprobar la seguridad en materia de navegación. Si el pesquero hubiera practicado la pesca furtiva, deberían haber encontrado a bordo la captura ilegal, aunque los inspectores no han anunciado ningún hallazgo.

Cabe señalar que la situación del pesquero Oleg Naidénov podría estar relacionada con el hecho de que algunas empresas senegalesas de procesamiento de pescado hayan expresado recientemente su deseo de acceder al mercado de los países miembros de la Unión Aduanera, compuesta por Rusia Kazajistán y Rusia.

Los expertos aclaran también que las autoridades de Senegal hasta ahora no han manifestado una postura clara respecto a la situación del Oleg Naidénov. Debido a ello, no se debe descartar que en este conflicto el gobierno senegalés haya sido objeto de algún tipo de manipulación.

El representante especial del presidente de la Federación Rusa para la colaboración con los países de África, Mijaíl Marguélov, declaraba al periódico Vzgliad que se podría estar intentando convertir a los ciudadanos rusos detenidos en rehenes de una dura guerra por los recursos marinos de esa parte del Atlántico.

Marguélov opina que se está intentando expulsar a los pescadores rusos de sus zonas de pesca habituales. “Rusia siempre ha estado interesada en el acceso a las riquezas de las costas atlánticas de África y del Golfo de Guinea y de ningún modo saldrá de este mercado, que resulta altamente competitivo pero muy interesante”, señala el senador.

Leonid Fiturni, vicedirector del Instituto de África de la Academia Rusa de Ciencias, declaraba en una entrevista al el periódico Rossíyskaya Gazeta que tras la caída de la Unión Soviética aparecieron otros aspirantes a los recursos obtenidos por Rusia anteriormente: “Afectó a muchos recursos, entre ellos los marinos. Por esta razón están intentando por todos los medios mantener a Rusia aparte y no permitir a la flota pesquera rusa volver a las costas africanas… Y el hecho de que se utilice al gobierno de Senegal, a Greenpeace o a cualquier otra organización para interferir en estos intereses, es una cuestión secundaria”.

Algunos observadores señalan que, tras la detención por parte de las autoridades rusas del buque Arctic Sunrise, Greenpeace podría tener un motivo más para activar la guerra contra los pescadores rusos en las costas de África.

Al mismo tiempo, según informa Alexander Savéliev, en esta zona de África occidental operan otras diez embarcaciones pesqueras rusas. A la pregunta sobre si los tripulaciones de estos buques deberían temer acciones análogas por parte de los militares africanos y si Rosrybolovstvo no se propone retirar dichas embarcaciones de la zona, Savéliev responde que no existen causas para ello. “La pesca se lleva a cabo de conformidad con la ley. Disponemos de todos los permisos necesarios”, subraya el miembro de la Agencia Federal de Pesca.

Artículo realizado con material de Rossíyskaya Gazeta, Vzgliad y Kommersant.

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