Una pista de hielo original

Fuente: C. Pazos

Fuente: C. Pazos

Detrás de la magia onírica de una pista de hielo dentro de una sala de teatro hay un trabajo de producción, logística y armado previo dignos de ser contados. La maquinaria utilizada para la producción del Ballet de Moscú sobre hielo es originaria de Rusia y muy exclusiva.

La preparación de las obras de ballet sobre hielo que comenzó bastante antes de que las afiladas cuchillas de los patines de los artistas tocaran la superficie donde bailaron.

La maquinaria para reproducir una capa de hielo llegó a América del Sur desde Rusia en barco, después de dos meses de navegación. 

Luego para viajar por tierra se monta en camiones y se la traslada hasta las ciudades donde actúa la compañía. Por ejemplo, antes del show en Uruguay el Ballet de Moscú sobre hielo se presentó en la ciudad argentina de Mendoza. Desde allí fue a Montevideo en camiones para su montaje en el escenario del teatro Metro.

Viajan junto a la pista tres técnicos rusos encargados de controlar los mecanismos para generar el frío necesario para que se forme el hielo. 

“La pista cuenta con dos fuentes de energía, una fuera del teatro y otra sobre el escenario. Fuera del teatro hay dos generadores: uno de electricidad y otro para el refrigerado”, explicó el productor del espectáculo, Alexander González, quien hizo un repaso minucioso de la forma en que se crea “un mágico cuento de hadas sobre el escenario”.

Para que eso suceda debe activarse un sistema de caños que luego, en el escenario, se transforman en finas mangueras que cubren la superficie del escenario de madera, y lo aíslan con espumas y capas de plástico.

Por las mangueras corre un líquido anticongelante que funciona como base para la pista. Por encima de estas mangueras se esparcen unas 8 toneladas de hielo molido en escamas. A esto se le agregan unos 2.000 litros de agua corriente para que generen la capa principal de un grosor considerable. 

El proceso de congelación de la pista demora unas 24 horas y se detiene a una temperatura de 15 grados bajo cero. Así se forma lo que en patín se denomina “el espejo”, que es donde se realiza la danza. Cuando la superficie queda congelada, se crea una pista con leves ondulaciones e irregularidades.

Para evitar esto se utilizan unas palas de metal, tipo lampazo, para darle tonalidad al hielo y pulir la capa exterior. Esto permite un correcto deslizamiento de los patines para su uso en escena.
La superficie cubierta de hielo sobre el escenario del teatro Metro fue de unos 45 metros cuadrados. En ese espacio actuó el cuerpo de 15 bailarines de la compañía rusa. “Los detalles más internos son un poco secretos y preferimos no ventilarlos”, dijo González.

Sobre el costo de este montaje original, González se limitó a decir que “son variables según el país, pero en general son altos”, lo que justifica el precio de las entradas, ya que solo existen en el mundo ocho pistas de este tipo y por ende se trata de un espectáculo auténticamente vip.

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