Rusia rechaza las acusaciones de espionaje aparecidas en medios occidentales

Se ha publicado que los regalos entregados a los mandatarios en la cumbre del G20 sirven para recabar información. Fuente: Reuters

Se ha publicado que los regalos entregados a los mandatarios en la cumbre del G20 sirven para recabar información. Fuente: Reuters

Los medios de comunicación occidentales intentan desviar la atención de los problemas reales entre Europa y Estados Unidos publicando información sobre posibles escuchas por parte de los servicios de inteligencia rusos, según declara Dmitri Peskov, secretario de prensa del presidente ruso. Al mismo tiempo, los expertos señalan que esta actividad sin precedentes de los servicios de inteligencia norteamericanos no es ninguna sorpresa para Moscú y que Rusia tomó las medidas de seguridad necesarias hace tiempo.

“No sabemos de qué fuentes se ha extraído esta información, pero sin duda no es más que un intento de desviar la atención de unos problemas que existen realmente y dominan el escenario político entre las capitales europeas y Washington hacia otros problemas efímeros e inexistentes”, subraya Peskov.

Con estas palabras comentaba Peskov una noticia aparecida en el periódico italiano Corriera della Sera que informaba de que los regalos que se entregaron a las delegaciones de la cumbre del G20 en San Petersburgo (memorias USB y cargadores de teléfonos) estaban diseñados para interceptar información.

Según el diario italiano, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, solicitó a los servicios de seguridad que examinaran los regalos tras la cumbre. Una comisión alemana llevó a cabo una investigación y, según el periódico, el resultado de la inspección fue positivo. Los expertos en seguridad aseguran que las memorias USB y los cargadores pueden utilizarse para extraer información de ordenadores y teléfonos, aunque los servicios de inteligencia están al corriente de ello y siempre advierten previamente a las personas que tienen acceso a documentos clasificados.

Algunos expertos señalan que este es el segundo intento de los medios de comunicación occidentales de armar revuelo alrededor de los servicios de inteligencia rusos. El primero fue el caso del director de un centro cultural ruso en Washington del que el FBI sospechaba por espionaje. Los expertos recuerdan que todas las acusaciones contra Moscú se producen en el contexto de un escándalo mundial de escuchas realizadas por los propios servicios de inteligencia noteamericanos que estalló tras la huida a Rusia del exanalista de la CIA Edward Snowden.

“Estados Unidos siempre se ha distinguido por guiarse ante todo por sus propios intereses nacionales y únicamente después por las normas del derecho internacional, sin hablar ya de la ética”, comenta en una entrevista para Pravda.ru el director adjunto del Instituto de Estados Unidos y Canadá de la Academia Rusa de Ciencias, Pável Zolotariov.

“Este escándalo no deteriorará las relaciones internacionales, aunque es posible que comience a haber cierto interés por la creación de nuevas normas de derecho internacional en el ámbito de la informática. Los estadounidenses siguen oponiéndose a este tipo de leyes, ya que esto conllevaría en gran medida el fin de su hegemonía en internet, pero probablemente tendrán que hacer alguna concesión”, opina Zolotariov.

A diferencia de los demás países, Rusia se ha contenido bastante en su reacción a las revelaciones de Snowden. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, declaraba: “No es asunto nuestro el hecho de que los países occidentales se espíen unos a otros. Que se ocupen de lo que quieran. Entiendo que información proviene del señor Snowden. En ella no figura nada sobre intentos de espionaje por parte de representantes oficiales del gobierno ruso. Yo no descarto que esto sea posible, nosotros mismos hemos tenido pruebas de ello en el pasado”. 

Evgueni Lobachov, general mayor retirado del Servicio Federal de Seguridad (FSB), comenta a Pravda.ru que Rusia se ha dedicado a la protección de sus redes de comunicación desde la operación de la OTAN en Yugoslavia. En aquel momento, los norteamericanos, para proteger a sus aviones, cortaron varios tipos de comunicaciones, llegando a dejar a Ucrania totalmente incomunicada.

“Nosotros disponemos de unos tipos de comunicación tan encriptados que los estadounidenses por ahora no pueden llegar a nuestras fuentes más importantes. Por desgracia, no podemos extender este sistema a todos nuestros usuarios, aunque lo más importante está protegido”, señala Lobachov. 

Artículo basado en materiales de RIA Novosti, Gazeta.ru y Pravda.ru

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