Exterior de la embajada rusa en La Haya. Fuente: AFP / East News.
Durante la noche del sábado al domingo unos policías irrumpieron en casa del consejero de la embajada rusa en los Países Bajos, Dmitri Borodín. Según este diplomático se lanzaron sobre él sin identificarse a pesar de declarar que tenía inmunidad diplomática. Le tiraron al suelo y le golpearon en la cabeza. La razón de la irrupción fue la denuncia, por parte de los vecinos, de un trato intolerable a sus hijos. Posteriormente Borodín fue llevado, junto a sus hijos, a comisaría, de donde fue liberado tres horas después sin ningún tipo de explicaciones o disculpa.
La reacción de Moscú ha sido dura. "Se trata de una grave violación de la Convención de Viena. Nuestra reacción dependerá de cómo se comporte la parte holandesa", declaró este martes el Presidente Vladimir Putin en una conferencia de prensa tras la cumbre de la APEC.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa ha entregado al cónsul holandés una nota de protesta por lo sucedido. El martes se exigió a Holanda que diera explicaciones cuanto antes sobre el arresto del diplomático ruso y que "iniciara una investigación inmediatamente con el fin de establecer la identidad de los culpables de esta acción ilegítima", además de presentar excusas tanto a Rusia como a la víctima y una compensación por los daños morales y materiales.
El delegado del Presidente para los derechos del niño, Pável Astájov, también ha exigido una exhaustiva investigación, definiendo el arresto del padre de los dos niños como "una injerencia desmedida".
"Si hay fundamento para sospechar o acusar al diplomático de maltrato a sus propios hijos, esta cuestión tan solo puede ser investigada por el estado al que representa, es decir, la Federación Rusa. Si se confirman las acusaciones de maltrato infantil el Estado encontrará la manera de castigar al infractor", declaró Astajov.
El Gobierno holandés pidió ayer disculpas a Rusia por el arresto de
un diplomático en La Haya el pasado sábado, tras confirmar que la
detención violó las normas diplomáticas internacionales.
"En
base a la información de la policía, el ministro de Asuntos
Exteriores (Frans) Timmermans ha llegado a la conclusión de que el
arresto y la detención de un diplomático ruso, que contaba con
completa inmunidad e inviolabilidad, violó la Convención de Viena",
señaló el Ministerio de Exteriores en un comunicado.
Sin embargo, es posible que los resultados de la investigación sean algo desagradables para Moscú. Como informa la principal agencia de información holandesa, NOS, remitiéndose a fuentes informadas, la historia comenzó con un accidente en el que se vio involucrada la esposa del diplomático. La tarde del sábado, posiblemente en estado de embriaguez, esta embistió contra cuatro automóviles aparcados junto a su casa. Cuando llegó la policía estableció que el automóvil culpable del incidente pertenecía a la embajada rusa. Algunos vecinos del diplomático se acercaron a los policías que se personaron en el lugar del accidente y les comunicaron el trato vejatorio que había tenido con sus hijos. Los policías descubrieron que Borodín también se encontraba bajo los efectos del alcohol y llegaron a la conclusión de que existía una amenaza para los niños, tras lo cual fue arrestado.
No se puede decir que las relaciones entre Rusia y Holanda, sin tener en cuenta el incidente diplomático, sean sencillas. Se han visto enormemente enrarecidas con el arresto de la tripulación del barco de Greenpeace por la acción junto a la plataforma "Prirazlomnnaya" en el mar de Pechora. Los holandeses, bajo cuya bandera navegaba el barco, al no poder conseguir la liberación de los ecologistas por los canales diplomáticos, declararon su intención de acudir al Tribunal Internacional del Derecho del Mar.
En opinión de los expertos, las relaciones entre los dos países pueden empeorar después de este incidente con el diplomático ruso. "Las relaciones entre Rusia y los partidarios más cercanos a EE UU, entre los que está Holanda, se hallan en un punto en el que cualquier episodio puede provocar un conflicto", comentó el director de los programas de investigación del Consejo de política exterior y de defensa, Timofei Bordachev.
Estas disputas entre Rusia y Holanda tienen lugar en un momento muy inoportuno ya que 2013 es el año Rusia-Holanda. A comienzos de noviembre estaba prevista la visita a Moscú del rey holandés, Willem-Alexander, que cerrará el año entre los dos países, para entrevistarse con el presidente ruso. Si los dos países no arreglan sus diferencias difícilmente parecería conveniente la declaración de amistad entre los dirigentes de los dos estados. Según Bordachev, en ese caso la visita real podría ser aplazada o cancelada.
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