María Ángela Holguín. Fuente: Reuters
Fomentar el comercio y los intercambios culturales y políticos entre los dos países, fue el objetivo de las reuniones celebradas en Moscú el 4 y 5 de julio entre la delegación colombiana y los funcionarios y empresarios de Rusia.
Rafael Amador, embajador de Colombia en Moscú, dijo a Rusia Hoy que la canciller María Ángela Holguín y su par ruso Serguéi Lavrov revisaron el estado de la relación entre los dos países, al tiempo que participaron en la quinta comisión mixta intergubernamental, donde se discutieron acuerdos en lo económico - comercial, científico, tecnológico, educativo, energético y militar.
Un impulso a las relaciones comerciales
El ministro colombiano de Comercio, Industria y Turismo, Sergio Díaz-Granados, y el viceministro de Desarrollo Económico de Rusia, Alexéi Evguenievich Lijachev, acordaron iniciar negociaciones para la suscripción de un Acuerdo de Promoción y Protección entre ambos países, con la idea de aumentar el comercio bilateral, que fue de 500 millones de dólares en 2012.
Colombia exporta flores, café y banano. Rusia quiere aumentar sus exportaciones de trigo y fertilizantes, al tiempo que el país suramericano tiene un gran interés por recibir inversiones de origen ruso, ya que Colombia se ha convertido en el tercer receptor de inversión extranjera en el continente, con más de 15.800 millones de dólares en 2012.
Para el embajador Amador, el resultado de las reuniones fue muy auspicioso. "Se están sentando las bases para ampliar las relaciones hacia el futuro. Es la primera vez que una canciller es copresidente de la comisión mixta, reunión a la cual viajaron cuarenta personas, incluyendo una importante delegación de empresarios en representación de la ANDI (Asociación Nacional de Empresarios de Colombia), las cámaras de comercio de ambos países y un grupo de hombres de negocios de diferentes áreas.
"Fue un empuje muy fuerte a las relaciones. Esto no tiene antecedentes", opina el embajador. "El presidente Vladímir Putin ha expresado su gran interés en fortalecer las relaciones con América Latina y en este sentido ha habido eventos muy significativos, como una audiencia en la Duma, que no se hacía desde hace diez años, en la que se habló del futuro de las relaciones con el subcontinente. También se desarrolló un encuentro con fondos de inversiones rusos muy exitoso", informó.
El embajador también destacó el incremento del turismo ruso a Colombia, así como el intercambio cultural. 2012 fue el año dedicado a Gabriel García Márquez en Moscú, durante el cual se realizaron variadas actividades culturales, como la exposición en los vagones del metro de Moscú con evocaciones a sus novelas.
Una larga historia
Los lazos entre Colombia y Rusia se remontan al siglo XVIII, cuando la Emperatriz Catalina la Grande recibió en su corte al precursor de la Independencia Francisco Miranda, a quien le confirió el grado de coronel del Ejército Ruso y le dio diez mil rublos, una suma enorme para la época, para apoyar la guerra de la independencia. También hubo voluntarios rusos en las filas del ejército del Libertador Simón Bolívar. En 1858, el Emperador Alejandro II reconoció la República de la Nueva Granada.
Las relaciones diplomáticas se establecieron en 1935 durante el gobierno de Alfonso López Pumarejo. Las embajadas se establecieron en 1943, cuando la Unión Soviética estaba en plena guerra contra el nazismo, y Colombia fue uno de los pocos países de América Latina en declarar la guerra a Alemania.
Tras el ‘bogotazo’ del 9 de abril de 1948, las relaciones se interrumpieron, pero se retomaron en 1968. En 2011 se suprimieron las visas entre los dos países.
Más allá de lo diplomático, existe un entramado muy rico de intercambios humanos, educativos y culturales. En 1926, un grupo de científicos del Centro de Estudios Botánicos de la URSS realizó una expedición de seis meses por la cuenca del Magdalena y por la Región Amazónica.
Mucho por hacer en cooperación internacional
“El potencial de América Latina para la venta de armamento ruso es enorme”
En la URSS se publicaron distintas obras de escritores colombianos como La Vorágine de José Eustacio Rivera. García Márquez fue uno de los primeros escritores latinoamericanos que, en 1957, con su crónica de viaje por los países socialistas, contribuyó a desmitificar la URSS, que, según la propaganda occidental, se encontraba detrás de la cortina de hierro.
Los vínculos más profundos y duraderos entre los dos países fueron los que establecieron los cerca de 10.000 jóvenes colombianos que estudiaron en las universidades soviéticas, en particular, en la Universidad de Amistad de los Pueblos. En los años ochenta y comienzos de los noventa, era común ingresar a la sede de la Universidad en la calle Miklujo Maklaya y distinguir los acentos caleño, paisa, bogotano y costeño. Durante los fines de semana, en las residencias, se podía pasar la noche bailando vallenato, cumbia y salsa.
Los niños con nombres compuestos como Katia López, Vladimir Pérez o Susana Viktorovna, son el testimonio de ese legado. Como dijo una estudiante colombiana, "el ideal de mi vida sería unir en una misma ciudad a Cartagena con el Bolshói".
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