Amapolas en Afganistán. Fuente: Reuters/Vostock Photo.
Como se supo la pasada semana, una comisión gubernamental especial ha aprobado la propuesta del Control Estatal de Narcóticos para la creación de una corporación rusa que cooperará con los países de Asia Central. La iniciativa consiste en generar nuevos puestos de trabajo en la región para disuadir a la población de participar en el tráfico de drogas. El coste de esta empresa en su primera etapa sería de 2.000 millones de rublos (64 millones de dólares). Elena Chernenko, corresponsal de Kommersant, entrevistó al director del Control Estatal de Narcóticos, Víctor Ivanov.
La corporación se propone concentrarse en la construcción de estaciones eléctricas, la avicultura y el montaje industrial de alta tecnología en Asia Central. ¿Cuál ha de ser la estructura de la propia corporación?
Propongo crearla como una Sociedad Anónima Abierta. El 51% de las acciones sería del gobierno, y el 49% restante sería de las compañías comerciales. Una vez invirtieran dinero en la corporación y se convirtieran en parte de esta, las compañías recibirían apoyo político, económico y financiero del gobierno para invertir en proyectos lucrativos en Asia Central.
¿Realmente son tan lucrativos los proyectos hidroenergéticos en esta región? Se trata de una zona con riesgos considerables.
He conversado con muchos directores de grandes empresas rusas. Todos dicen lo mismo: si tuviéramos detrás al gobierno en una forma organizada como la de una corporación, nos sentiríamos mucho más seguros en cuanto al orden.
¿Cuánto disminuirá la mortalidad de los rusos por consumo de drogas si la corporación funciona como se espera?
El índice actual entre los jóvenes es de 100.000 muertes anuales. Al cabo de cinco años de funcionamiento de la corporación, esta cifra podría reducirse un 25%, es decir, entre 25.000 y 30.000.
¿Cuántos puestos de trabajo se pretenden crear en Asia Central con la ayuda de la corporación?
Durante el primer año del programa ya se podrían crear alrededor de 30.000 puestos de trabajo.
¿Por qué invertir dinero del presupuesto en la creación de puestos de trabajo en otros países en lugar de, por ejemplo, gastarlos en fortalecer la lucha contra el narcotráfico en Rusia?
La experiencia dicta que el uso de la policía como único instrumento no da resultados. Se requiere un enfoque más complejo. En Rusia siempre hemos tenido un sistema policial y punitivo fuerte.Este ya no puede fortalecerse.
Solo el pasado año ya hemos procesado a 300.000 personas, en su mayoría jóvenes, por crímenes y delitos relacionados con el tráfico ilegal de drogas.
Entonces, ¿por qué no crear puestos de trabajo para ellos?
Tenemos otros departamentos que se dedican a eso. La creación de puestos de trabajo, especialmente para los jóvenes, es una misión clave, pues tanto aquellos que trafican con drogas como aquellos que las consumen son personas que no trabajan.
Víctor Ivanov con Aminta Granera, directora de la policía de Nicaragua. Fuente: ITAR-TASS.
Entonces, ¿no podríamos gastar ese dinero en ellos?
Para eso ya hay planes económicos. Si funcionarán o no es otra cuestión. Existe, por ejemplo, un programa de desarrollo del Lejano Oriente, y otro del Cáucaso Norte. Pero no tenemos ningún proyecto en Asia Central, mientras que hay una cifra enorme de personas en esta región que, al no tener acceso a puestos de trabajo, vienen a nuestro país. Si nosotros no vamos a Asia Central, Asia Central vendrá a nosotros. De hecho ya ha venido.
Según las cifras de la Oficina Federal de Inmigración, hoy ya hay en Rusia más de 12 millones de inmigrantes que han venido a trabajar. Esto genera unas condiciones extremadamente favorables para los narcotraficantes, que son quienes se dedican al tráfico y a la venta de narcóticos de Afganistán.
¿Por qué entonces no invertir el dinero en fortalecer nuestras fronteras?
Hace tiempo que venimos diciendo que hay que colocar en las fronteras aparatos móviles de inspección con rayos gamma, los cuales permiten radiografiar los medios de transporte y descubrir si llevan estupefacientes. Por desgracia, la industria rusa actual no produce esos aparatos. Se producen en Alemania, EE UU y China. Pero es una tecnología muy efectiva.
Entonces, ¿podríamos invertir el dinero en comprar esos aparatos?
Hay que comprarlos, desde luego.
En lugar de la corporación...
2.000 millones de rublos, por supuesto, es mucho dinero. Pero cuando están asignando miles de millones de dólares al rescate de Chipre, uno se pregunta si no se deberían destinar esos fondos a la lucha contra la droga. Llenaríamos toda la frontera de esos dispositivos. Por lo tanto, todo es relativo.
Artículo publicado
originalmente en Kommersant.
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