Los principales proveedores de carne a Rusia son Brasil, Paraguay y Uruguay. Fuente: AP
La decisión de aplicar nuevas restricciones temporales fue anunciada el 8 de abril por Serguéi Dankvert, director de Rosseljoznadzor (Agencia Federal de Control Veterinario y Fitosanitario), y está motivada por el temor de que, a través de Canadá y México, se introduzca en Rusia carne procedente de Estados Unidos con un aditivo prohibido que se emplea para estimular el crecimiento muscular en reses.
En México, los servicios veterinarios rusos declararon que se toparon con un problema similar. A pesar de que los funcionarios mexicanos niegan que la carne contuviera ractopamina, los rusos encontraron un análogo de la sustancia en el producto. Además, se descubrió que en las empresas mexicanas se procesaba carne procedente de Estados Unidos, incluida la producción destinada a exportarse a Rusia.
Para México, esta decisión por parte de las autoridades rusas puede ser muy dolorosa, dado que Rusia ocupa el segundo lugar en la estructura de exportación de la carne mexicana después de Estados Unidos. Suponía el 20% de exportación y reportaba a los productores mexicanos cerca de 156 millones de dólares.
Para Rusia, la pérdida de carne mexicana no será significativa, pues representa menos del 5% de la importación de carne de vacuno según Vasili Proschenkov, director ejecutivo de la Unión Nacional de Empresas Cárnicas.
Los principales proveedores de carne a Rusia son Brasil (cerca de 250.000 toneladas), Paraguay (73.000 toneladas) y Uruguay (67.000 toneladas). Precisamente lo más probable es que estos productores obtengan beneficios a raíz de la prohibición de suministro de carne procedente de Norteamérica a Rusia.
Por lo que respecta a Canadá, solo 15 de los 88 proveedores de carne de cerdo ese país y 10 de los 64 de carne bovina están autorizados a exportar al país euroasiático. El número de proveedores de carne y productos cárnicos se ha reducido a una quinta parte. Solo las empresas verificadas por los rusos podrán exportar sus productos al país eslavo.
Antes, Rusia ya había impuesto restricciones a la importación de carne proveniente de cuatro empresas canadienses, mientras que la producción de otras siete fue sometida a una mayor vigilancia. “El colmo fue el hallazgo de ractopamina en la producción de la empresa Multi-portions Inc., especializada en el corte de carne de cerdo”, comunicó Dankvert.
El comienzo de las restricciones
El problema con la ractopamina comenzó en diciembre de 2012, cuando Rusia exigió a Estados Unidos que confirmara si su carne estaba libre de estimulantes de crecimiento. El gobierno norteamericano no emprendió ninguna medida para atender estas exigencias y Rusia embargó la producción cárnica de Estados Unidos. Por cierto, China ha impuesto una prohibición similar a Estados Unidos.
Antes del embargo, Rusia era el sexto mayor mercado de carne para Estados Unidos. Según las estimaciones de la Federación de Exportación de los Estados Unidos, la pérdida del mercado ruso costará a los proveedores americanos de carne de vaca y de cerdo alrededor de unos 800 millones de dólares.
“El Rosseljoznadzor alertó con anticipación de las reglas y exigencias de la Unión Aduanera y también de Rusia. Con decir simplemente que la ractopamina no se utiliza en México no es suficiente. Era necesario presentar pruebas tangibles de la obediencia de las reglas de seguridad alimenticia durante nuestra comprobación. Tanto es así que durante las verificaciones en México se descubrieron casos de matanza y procesamiento tanto de bovinos como de equinos de Estados Unidos”, declaró a Rusia Hoy Vasili Proschenkov.
El embargo de la carne bovina podrá beneficiar a productores de América del Sur, y no cabe duda de que reportará ganancias a los productores rusos de carne de cerdo.
Por su parte, Canadá es uno de los actores claves de este mercado. Su producción supone alrededor de una cuarta parte del volumen total de importaciones de carne de cerdo a Rusia, y la pérdida de semejante competidor abrirá una perspectiva atractiva para los productores nacionales. Ya en la segunda mitad del año pasado se notó en el mercado ruso una sobresaturación, que se tradujo en una disminución prolongada de los precios.
Este año, según los datos del portal del sector Meatinfo.ru, los precios continúan bajando. A finales de febrero el precio cayó un 3%, hasta alcanzar los 148,8 rublos (4,8 dólares) por kilo. Los precios de consumo cayeron un 4,7% hasta registrar los 231,1 rublos (7,5 dólares) por kilo.
Y esto a pesar de que, además de las restricciones a los productos de Estados Unidos, a finales de marzo comenzaron a aplicarse las restricciones temporales de carne a España y a los Países Bajos debido a la falta de medidas por parte de las autoridades veterinarias de dichos países para garantizar la seguridad, según la versión oficial.
“Ahora los fabricantes rusos están aumentando sustancialmente su capacidad de producción de carne, con la esperanza de que las restricciones en las importaciones continúen durante mucho tiempo”, declaró la analista de la consultoría Investcafe, Daria Pichuguina.
“Si no ahora, entre los próximos 2 ó 3 años Rusia podría absorber gran parte de la demanda doméstica de carne”. Por cierto, este embargo podría beneficiar también a algunos países de Europa. Una cantidad significativa de productos cárnicos que se suministran a Rusia proceden de países del Viejo Mundo: Polonia, Lituania y Bielorrusia.
Es difícil saber cuándo se suspenderán las restricciones de carne canadiense y mexicana. El Rosseljoznadzor sugirió realizar una inspección en mayo de este año. Pero incluso si los resultados son positivos para canadienses y mexicanos el levantamiento de las sanciones no se producirá hasta dentro de algunos meses.
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