En aquella época, la Unión Soviética tenía el objetivo de establecer en Cuba una base permanente de las fuerzas armadas soviéticas, en particular de la Armada. La URSS decidió hacerlo de forma gradual, ya que estaba obligada a no estacionar armas ofensivas ni sus componentes en la isla caribeña como parte de su acuerdo con EE UU en el marco de la resolución tras la Crisis de los Misiles de Cuba de 1962.
La primera flotilla de cinco buques soviéticos entró en La Habana en julio de 1969. El submarino que la acompañaba permaneció en aguas neutrales. Durante la visita, además de diversos actos oficiales, se realizaron ejercicios conjuntos de la Armada cubana y los buques soviéticos con una salida al mar.
Un grupo de búsqueda y ataque de buques antisubmarinos soviéticos en el océano Atlántico, enero de 1970.
Dominio públicoEn 1970 se decidió construir una base soviética permanente en Cuba. A través de los canales diplomáticos, se llegó a un acuerdo sobre la escala de buques soviéticos en puertos cubanos.
Más tarde, los dirigentes soviéticos decidieron invitar a Cuba a participar en las primeras maniobras navales mundiales “Okeán” (“Océano”, en español). Cuba se comprometió a preparar aeródromos para el aterrizaje de los bombarderos soviéticos Tu-95. En mayo de 1970, tras la finalización de las maniobras, una flotilla de buques que participaron en los ejercicios “Okeán” realizó una visita a los puertos de La Habana y Cienfuegos. La flotilla incluía dos submarinos y un buque de propulsión nuclear. Era la primera vez que un submarino nuclear visitaba el puerto cubano. Llevaba cuatro misiles nucleares de crucero de alcance limitado que teóricamente podían alcanzar Estados Unidos. Esto aumentó el nivel de la presencia militar soviética en el Caribe. Ninguno de estos acontecimientos provocó una reacción fuerte por parte de EE UU.
A finales de 1977, un gran grupo de barcos soviéticos llegó a Cuba; permanecieron allí hasta enero de 1978. Del 17 al 22 de diciembre, los barcos estuvieron en La Habana. Su visita a la isla caribeña coincidió con la del Jefe del Estado Mayor de la Armada de la URSS, el almirante de la Flota de la Unión Soviética, Serguéi Gorshkov, que voló a Cuba en un avión Il-18.
El primer ministro cubano Fidel Castro fue recibido a bordo de los buques. El comandante en jefe consiguió un acuerdo al más alto nivel para que los aviones de la aviación naval de reconocimiento utilizaran uno de los aeródromos cubanos, así como para que las tripulaciones de los submarinos descansaran en una zona de recreo especialmente equipada. A cambio, la Armada cubana recibió algunos suministros adicionales de equipos navales.
La primera visita de buques de la Armada rusa a Cuba después de la caída de la URSS tuvo lugar en diciembre de 2008. La segunda visita se produjo en agosto de 2013. Durante dos días, los buques de la flotilla estuvieron abiertos a las visitas de los residentes de La Habana. En 2019, una flotilla de buques y embarcaciones de apoyo de la Flota del Norte encabezado por la fragata Almirante Gorshkov hizo escala en el puerto cubano. En julio de 2023, el buque escuela de la Armada rusa Perekop hizo escala en el puerto de La Habana.
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