El 5 de marzo de 1954, en el aniversario de la muerte de Stalin, miles de personas se reunieron en el Mausoleo de Lenin, en el que yacía el cuerpo de Stalin (hasta 1961) y que también llevaba su nombre en la fachada.
Sin embargo, siempre ha habido largas colas para visitar el mausoleo.
El Ministro de Defensa de la URSS Nikolái Bulganin, el Presidente del Consejo de Ministros de la URSS Gueorgui Malenkov y el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista Nikita Jrushchov fotografiados abajo de pie en la tribuna del Mausoleo (de izquierda a derecha).
Tras la muerte de Stalin, Moscú seguía desarrollándose según sus planes. Por ejemplo, el Hotel Pekín, otro edificio en el estilo del clasicismo estalinista, estaba casi terminado.
En 1954, la reconstrucción y transformación de la “Exposición Agrícola de toda la Unión” (más tarde y mejor conocida como “Exposición de los Logros de la Economía Nacional”, también conocida como “VDNJ”) había concluido. Adquirió un aspecto monumental y se construyeron muchos pabellones al estilo del Imperio de Stalin. La foto de abajo muestra una vista de la fuente de la Flor de Piedra y el Pabellón Principal.
Todo el que visitaba la capital tenía que pasarse por el “GUM” (“Almacén Universal del Estado”) en la Plaza Roja. Tenía un diseño lujoso y en ella se podían comprar artículos escasos y raros. En la foto, clientes probando perfumes en la sección de perfumería.
Y más abajo, una vista del "GUM" desde la Torre Spásskaia del Kremlin. En la actualidad, la Plaza Roja es peatonal, pero en la década de 1950 era transitada por vehículos. El Teatro Bolshói se ve al fondo a la derecha.
El Planetario de Moscú también era un lugar de atracción para niños y adultos.
Abajo, unos obreros ensamblan un automóvil “Moskvich”.
El 13 de agosto de 1954, el Partido Comunista inició el camino para el desarrollo de las regiones soviéticas inexploradas. Un gran número de trabajadores fueron a sembrar las tierras hasta entonces sin arar de la región del Volga, los Urales, Siberia, así como el Lejano Oriente y Kazajistán.
Los jóvenes que viajaban a estas regiones solían llevar consigo lo esencial, que, para los soviéticos, ¡eran tableros de ajedrez y libros!
La propaganda soviética, por su parte, romantizaba la agricultura. Se contaba a la gente lo alegre y agradable que era vivir en las granjas colectivas y estatales.
“¡Mañana es domingo!” Incluso en condiciones de trabajo rural en las regiones inexploradas, la juventud soviética se las arreglaba para cuidar de sí misma y pasar su tiempo libre culturalmente.
La atención prestada a la agricultura dio sus frutos, y la producción de leche y carne aumentó notablemente. La foto de abajo muestra a dos mujeres trabajando en una unidad de embotellado de leche.
Abajo, el presidente de una granja colectiva de Yakutia comprueba las pieles antes de enviarlas a la ciudad.
Mientras tanto, las autoridades soviéticas animaban activamente a la gente a estudiar, a ir a escuelas nocturnas y a mejorar sus cualificaciones. Muchas personas compaginaban el trabajo con la educación.
Una parte importante de la vida de un soviético era la información política. En talleres y fábricas, en casas de cultura, en todas las empresas había reuniones para discutir las últimas noticias y las últimas resoluciones del Partido Comunista. La foto de abajo muestra a las empleadas de una fábrica de montaje de relojes escuchando atentamente la lectura en voz alta del último periódico.
En 1954, la URSS y China se preparaban para celebrar el 5º aniversario de la firma del “Tratado Chino-Soviético de Amistad, Alianza y Asistencia Mutua”.
Stalin estableció relaciones con la China de Mao Zedong, pero, tras su muerte, comenzaron a deteriorarse con el tiempo, especialmente cuando Nikita Jrushchov inició la desestalinización.
En 1954 se conmemoró el tricentenario del “Acuerdo de Pereiaslav”, cuando el Hetman de los cosacos zaporozhianos Bohdan Jmelnytski decidió someterse al zar ruso. El día, oficialmente llamado “300 aniversario de la reunificación de Ucrania con Rusia”, se celebró a gran escala.
El 26 de junio de 1954, en la primera ciudad científica soviética, Obninsk, se puso en marcha la primera central nuclear industrial del mundo.
Este es el aspecto exterior de la primera central nuclear del mundo. Funcionó hasta 2002 y ahora es un complejo de investigación y conmemorativo.
Desde la misma formación de la URSS, el deporte y la cultura física fueron uno de los elementos más importantes de la propaganda. Al fin y al cabo, un constructor del comunismo y un trabajador deben estar sanos y ser resistentes, por lo que comenzó a desarrollarse una larga tradición de desfiles deportivos.
El ocio activo era bien recibido en la URSS. En invierno, los soviéticos patinaban sobre hielo y esquiaban, y en las escuelas se impartían clases de esquí.
Durante el verano, los soviéticos preferían descansar en la naturaleza, normalmente yendo de excursión con tiendas de campaña. El alpinismo y el piragüismo se convirtieron en actividades populares. Y se extendió la fascinación por la geología y la romantización de esta profesión.
Otra afición soviética de masas era el ajedrez.
Los torneos de ajedrez se celebraban incluso en las escuelas...
...e incluso se jugaba en la playa.
Las autoridades soviéticas también apoyaban la creatividad. Se valoraban las actuaciones de aficionados y se animaba a muchos niños a tomar clases de danza o música.
Había un gran interés por el arte popular y la artesanía. La foto de abajo muestra un conjunto bandurístico con el Kremlin de Moscú al fondo.
Veamos ahora algunas instantáneas del Leningrado soviético (como se llamaba entonces San Petersburgo). Abajo, un poco de romanticismo empieza a florecer a orillas del río Neva.
Uno de los símbolos de la revolución es el crucero Aurora.
A los escolares se les hablaba constantemente de la revolución y de su líder, Vladímir Lenin, como en la visita guiada de la foto de abajo.
En la URSS atea era raro encontrar a un sacerdote. En la foto de abajo, el arcipreste Nikolái Lomakin aparece delante de la catedral de San Isaac de Leningrado. En la década de 1950, la catedral no celebraba oficios religiosos, sino que servía de museo.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los antiguos palacios reales de San Petersburgo sufrieron graves daños. Pero, en un tiempo récord, las lujosas fuentes y esculturas fueron, literalmente, resucitadas de entre las ruinas.
Abajo, el tradicional árbol de Año Nuevo en el Kremlin. La fiesta, cuya tradición fue aprobada por Stalin, se consideraba principalmente una fiesta infantil. Los niños recibían regalos dulces y actuaciones.
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