Cómo Rusia se convirtió en el principal productor de platino del mundo

Encontrado en los Urales y utilizado para la caza 

El primer yacimiento de platino se encontró en 1819 cerca de Ekaterimburgo, cinco años más tarde - en las inmediaciones del río Barancha, donde había una fábrica de hierro, y, por último, en 1825, se encontraron placeres de platino cerca de Nizhni Taguil. El descubrimiento fue accidental: los que trabajaban en las minas encontraban de vez en cuando extrañas partículas negras. Pesaban lo suficiente como para ser utilizadas en lugar de perdigones: así que a las fieras locales se les disparaba con cargas de platino. Pero en cuanto se supo de las cualidades del nuevo metal, los ingenieros locales se tiraban de los pelos. Las reservas de platino descubiertas resultaron ser tan grandes que Rusia se convirtió de repente en el principal minero del mundo de este mineral: 1,5 toneladas sólo en 1828. Sudamérica no podía producir tal cantidad en un siglo.

No sabían qué hacer con el metal 

Parecía que se extraía de la roca y no se hacía nada. Pero ahí estaba el problema: nadie sabía qué hacer con él, y la experiencia de otros países no podía ayudar. Al fin y al cabo, allí el platino se utilizaba simplemente: se empleaba con fines técnicos, por ejemplo, para crear diversos equipos químicos, y.... falsificaciones - este metal se aleaba muy bien con el oro.

El zar fue el primero en apreciar la pepita

Las fábricas de los Urales empezaron a enviar a la corte de San Petersburgo objetos de platino -un tintero, un anillo, un porta-regalos-, así como pepitas que habían encontrado. El ministro de Finanzas, Yegor Kankrin, regaló una de ellas, de más de cuatro kilogramos, al emperador Nicolás I. Éste apreció el obsequio que hoy se llama "la pepita de platino"-. Éste apreció el regalo. En la actualidad la pepita “Demídovski” está en el Fondo del Diamante. Quizás fue esto lo que hizo que el platino se tomara en serio: a partir de 1826 las fábricas empezaron a cobrar un derecho por la extracción de platino, y parte del material extraído se enviaba a la Casa de la Moneda.

Rusia fue el primer país en acuñar moneda a partir del platino 

Finalmente, el ministro Kankrin tuvo una idea sobre la utilidad del platino: propuso acuñar monedas con él. Esto podría mejorar los asuntos del tesoro, sacudido tras la Guerra de 1812. Compartió su idea con el científico Alexander von Humboldt, quien advirtió contra tal medida. El precio fluctuante del platino y su forma demasiado simple suscitaban temores. Pero, ¿por qué no arriesgarse? Desde 1828 Rusia acuñó monedas de platino de tres, seis y doce rublos y se convirtió en el primer país donde se puso en circulación dinero fabricado con este metal. Se necesitaron casi 15 toneladas para fabricarlas, la mitad de los 32.000 kilos de platino extraídos. Y entonces se acabó todo.

Rusia vendió a Inglaterra su condición de líder

Ocurrió lo que Alexander von Humboldt había advertido. El valor del metal en las "monedas de lujo" era ya cinco veces superior al de las monedas de plata. Por ejemplo, el platino de tres rublos costaba 12 veces más que una moneda de plata de la misma denominación. Y el aumento de los precios del platino en Europa las hacía ligeramente "insignificantes". La Casa de la Moneda también temía posibles falsificaciones. En 1845 se interrumpió la producción de monedas de platino y se retiraron de la circulación.

En 1867 la empresa "Johnson, Matte and Co" compró la totalidad de las existencias rusas de platino. De este modo, Inglaterra, que no tenía yacimientos de platino, se convirtió en el líder de esta industria durante muchos años. Y Rusia siguió siendo el único país de la historia en el que circulaban "monedas de lujo".

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