¿Qué tanques estadounidenses y británicos usó el Ejército Rojo en la Segunda Guerra Mundial?

Tanque medio soviético M3 "Lee".

Tanque medio soviético M3 "Lee".

Foto de archivo
Los soldados soviéticos valoraban los tanques de los Aliados por su alto nivel de comodidad. Sin embargo, les preocupaba su capacidad de combate y su fiabilidad.

A lo largo de la Segunda Guerra Mundial, la URSS recibió más de 10.500 carros de combate de sus aliados occidentales como ayuda militar. Los estadounidenses suministraron unos 6.000, y 4.500 el Reino Unido y Canadá.

La maquinaria occidental no podía convertirse en la principal fuerza de ataque del Ejército Rojo (sólo la URSS produjo más de 65.000 tanques T-34). Sin embargo, contribuyó a lograr la victoria sobre la Alemania nazi.

"Matilda"

El Tanque de Infantería Mark II “Matilda” (diseñado para asaltar posiciones fortificadas) fue suministrado a la URSS en una cantidad de 900 unidades. En su blindaje frontal, superaba incluso al tanque pesado soviético KV-2 (78 mm frente a 75 mm), al que los alemanes apodaron el “monstruo ruso”.

Los tanquistas soviéticos valoraban este tanque británico por la fiabilidad de su motor diesel y su transmisión, así como por su comodidad y facilidad de manejo. Sin embargo, no todos los soldados del Ejército Rojo estaban satisfechos con él.

“¡El 'Matilda' era simplemente un blanco gigante!”, se quejaba Nikolái Zheleznov, miembro de la tripulación de uno de estos tanques. “Tenía un grueso blindaje, pero el calibre de su cañón era sólo de 42 mm, con una mira antigua para colmo. En general, el tanque era torpe, inmaniobrable... apenas lograba moverse a 25 km/h y en una autopista ¡era incluso más lento en un camino de tierra!”.

A principios de 1943, quedó claro que los "Matildas" ya no cumplían los requisitos modernos; la URSS dejó de importarlos. Todavía se utilizaron “Matildas” durante la batalla de Kursk y las siguientes operaciones a gran escala, pero, al año siguiente, casi no quedaba ninguno en las unidades de tanques soviéticas.

"Valentine"

El tanque de infantería británico “Valentine” se convirtió en el vehículo blindado más suministrado en masa desde las Islas Británicas a la URSS. El Ejército Rojo contaba con más de 3.300 de estos tanques en ocho modificaciones diferentes.

Los primeros “Valentine” aparecieron en el Ejército Rojo a finales de 1941 y participaron en la contraofensiva de Moscú, obteniendo buenos resultados en las condiciones invernales rusas. Durante la “Batalla del Cáucaso”, estos fornidos tanques británicos se convirtieron en una de las principales fuerzas entre las tropas soviéticas, facilitada por la proximidad de la línea del frente a la ruta iraní por la que llegaba la ayuda militar de los Aliados.

“Su motor es silencioso: incluso si pones la mano contra el casco no lo oirás funcionar”, recordaba Mijaíl Kotlov, miembro de la tripulación del tanque. Algunos soldados soviéticos creían que gracias a su silencio el “Valentine”, armado con un cañón de 57 mm, podía acercarse sigilosamente a un Tiger alemán sin ser detectado y atacarle por un lado.

"Churchill"

En total, durante los años que duró la guerra, el Reino Unido envió más de trescientos carros de infantería Mk.IV “Churchill” a la URSS; sin embargo, sólo 253 llegaron a su destino. Otros se hundieron en las aguas del Océano Ártico, junto con los buques de transporte de los Aliados.

El tanque destacaba por su grueso blindaje frontal de hasta 102 mm (hasta 152 mm en modificaciones posteriores), pero seguía siendo un proyecto en realidad no finalizado. Los especialistas soviéticos tuvieron que arreglar una serie de defectos importantes del motor y de su cañón principal, así como adaptarlo a las condiciones invernales, para las que el tanque parecía no estar preparado en absoluto.

No obstante, el "Churchill" se convirtió en uno de los principales tanques pesados del Ejército Rojo durante la batalla de Kursk; participó en la liberación de Ucrania, las repúblicas bálticas soviéticas y en las batallas con el ejército finlandés en Carelia. Al final de la guerra, sólo quedaban tres de estos tanques en unidades activas del ejército.

"Stuart"

Llamado así en honor de un general de la época de la Guerra Civil estadounidense, J.E.B. Stuart, el tanque M3 “Stuart” era superior a muchos tanques ligeros soviéticos. Sin embargo, este vehículo blindado no gozó de gran popularidad en el ejército soviético.

“Era incómodo para la tripulación, en primer lugar, porque estaba muy apretado por dentro, lo que era una molestia en un combate”, recordaba Nikolái Vershinin, miembro de la tripulación de uno de estos blindados. “Si el comandante del tanque ocupaba su lugar, a mí, como operador de la torreta del cañón, me resultaba imposible incluso girarme, así que se decidió poner a las tripulaciones sin comandantes”.

La URSS recibió más de 1.200 ejemplares del “Stuart”. Fueron desplegados en casi todo el frente soviético-alemán, resultando especialmente eficaces durante la “Batalla del Cáucaso”.

"Tetrarch"

El Ejército Británico utilizó el Tanque Ligero Mk.VII “Tetrarch” durante su desembarco en Madagascar en mayo de 1942 y en Normandía en junio de 1944. La máquina de combate de siete toneladas fue transportada con la ayuda de planeadores militares como el “Hamilcar”.

En la Unión Soviética, los “Tetrarch” no tenían ninguna posibilidad de participar en operaciones aerotransportadas. Dos docenas de estos tanques se utilizaron de forma limitada durante la “Batalla del Cáucaso”; entonces participaron en la escolta de convoyes y la protección de puentes. Debido a su débil blindaje (hasta 16 mm) el Mk.VII no fue considerado una unidad de combate valiosa en el Ejército Rojo.

"Sherman"

“Este es el mejor tanque americano que participó en la guerra. Tenía un buen motor, un buen blindaje y un buen armamento”, dijo Piotr Kurevin, miembro de la tripulación de un tanque soviético, sobre el tanque medio M4 "Sherman". La URSS recibió unos cuatro mil de estos vehículos de combate, la mayoría en su modificación diesel M4A2.

Bautizado en honor del general de la Guerra Civil estadounidense William Sherman, el tanque se convirtió en uno de los más queridos del Ejército Rojo, entre otras cosas por su alto nivel de confort. “En nuestros tanques, teníamos que hacerlo todo manualmente: girar la torreta del cañón, apuntar el cañón; en el "Sherman", todo se hacía eléctricamente”, declaró el tanquista Vladímir Golovachev.

En sus características de combate, este tanque estadounidense, equipado con un cañón de 76 mm (modificación del M4A2(76)W), se correspondía aproximadamente con el famoso T-34-85 soviético. Con suerte, podía penetrar el blindaje del pesado Tiger alemán, incluso a larga distancia. La altura del tanque era su mayor desventaja, pues lo convertía en un blanco fácil.

Los “Sherman” participaron en las operaciones militares de 1944-1945 de mayor importancia, incluida la Batalla de Berlín. Tras la victoria en Europa, estos “americanos” se dirigieron al Lejano Oriente para luchar contra el Ejército Kwantung de Japón.

"Cromwell"

El Ejército Rojo casi no recibió tanques británicos de crucero (diseñados para un rápido avance hacia la retaguardia enemiga). Sólo seis tanques Mk.VIII Cromwell llegaron a la URSS.

Las pruebas de estos tanques, realizadas en la región de Moscú en otoño de 1944, demostraron que el blindado británico era inferior al “Sherman” en casi todo. Aparte de eso, los especialistas soviéticos tenían una serie de dudas sobre la construcción de su casco y su torreta de artillería. Esta última, sorprendentemente, resultó ser extremadamente incómoda para la tripulación.

Al final, la URSS decidió detener la importación del vehículo de combate que llevaba el nombre de un destacado miembro de la Revolución Inglesa.

"Lee"

El tanque medio estadounidense M3 “Lee” llegó a la URSS en la primavera de 1942. En total, las tropas soviéticas recibieron unos mil de estos vehículos blindados.

En el Ejército Rojo, este tanque, bautizado en honor del famoso general de la Guerra Civil estadounidense Robert Lee, era muy apreciado por su alto nivel de confort: una tripulación de seis o siete personas podía caber cómodamente en su interior. El ventilador del motor creaba una temperatura agradable y mantenía una circulación de aire limpia. El M3 era fácil de manejar y se distinguía por su suavidad de marcha.

Sin embargo, todas sus ventajas terminaban ahí. El “Lee” era inestable en carreteras estrechas y a menudo se deslizaba por las zanjas. Tenía dos cañones (de 75 mm y 37 mm), pero su posición era más adecuada para la artillería autopropulsada, que se suponía resolvería otro tipo de problemas. El blindaje del tanque también era de baja calidad y no podía resistir los cañones de alto calibre del adversario.

“Estos tanques, por supuesto, eran altos, montados sobre orugas de goma-metal. Estas orugas eran casi silenciosas, pero en cuanto hay hielo abierto o suelo helado, ya está, el tanque derrapa y se balancea. Su otra desventaja era su motor de gasolina que funcionaba con gasolina M-70 a la que se añadía un líquido etílico, lo que significaba que estos tanques ardían con facilidad”, explicó Nikolái Klimov, miembro de la tripulación de uno de estos tanques.

Apodados “fosas comunes para siete” por los tripulantes de tanques soviéticos, los M3 “Lee” operaron en el frente oriental hasta finales de 1943, hasta que fueron sustituidos en su totalidad por los “Sherman”.

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