Cuando Nicolás II, el último zar del Imperio Ruso, posaba para las fotografías, solía subirse la manga derecha. Una inspección más detallada reveló que el emperador mostraba un tatuaje de un dragón en su antebrazo. En una época en la que los tatuajes estaban mal vistos por las clases privilegiadas, el gobernante del país no rehuyó la desafiante demostración.
Los maestros del tatuaje japonés
Cuando Nicolás II era un joven heredero al trono ruso, realizó un viaje para estudiar culturas extranjeras y conocer a gente de otros países, ya que se creía que mejoraría su educación y le prepararía para recibir el trono.
El viaje del heredero comenzó en 1890 e incluyó visitas a países como Grecia, Egipto, India, Ceilán, Singapur, Siam, China y Japón. Acompañado por su primo, el príncipe Jorge de Grecia y Dinamarca, el zarevich ruso llegó a la ciudad japonesa de Nagasaki.
Una noche, dos maestros tatuadores japoneses subieron a bordo del barco del zarevich. A la mañana siguiente, el heredero hizo el siguiente escrito en su diario.
“16 de abril. Martes. Me desperté con un hermoso día, la costa me llamaba la atención. Las calles y las casas de Nagasaki causan una impresión maravillosamente agradable: todo está perfectamente limpio y parece ordenado, es un placer entrar en sus casas y los propios japoneses y japonesas son gente muy cordial y amable. Regresamos a la fragata a las 5 para tomar el té. Después de la cena, decidí hacerme un tatuaje de un dragón en el brazo derecho, que tardó exactamente siete horas, desde las 9 de la noche hasta las 4 de la mañana, en completarse. Basta con pasar por este tipo de placer una vez para desanimarme a volver a embarcarme en él. El dragón salió bastante bien. Y el brazo no me dolió en absoluto”.
El dragón
El tatuaje en el antebrazo del heredero es un dragón que parece girar desde la parte inferior del antebrazo hasta el codo. El dragón fue representado con cuernos y un largo bigote, así como con púas que crecían a lo largo de la columna vertebral de la criatura. Su hocico estaba abierto, congelado en una siniestra mueca.
No se sabe con certeza la razón por la que el heredero decidió hacerse un tatuaje. Sin embargo, se cree que Nicolás se inspiró en Alberto Víctor, duque de Clarence y Avondale, que se hizo un tatuaje similar en Japón a finales de la década de 1870.
En cuanto al motivo por el que el heredero eligió el dragón, hay múltiples teorías. Algunos creen que el dragón representa el poder, la fuerza y la sabiduría. Si esta teoría es correcta, el dragón negro se consideraría un símbolo del poder del heredero y se creería que otorga su protección simbólica a su dueño.
Una teoría alternativa afirma que el dragón era una elección obvia para el futuro emperador, porque había nacido en el año del dragón, según el calendario zodiacal chino.
Irónicamente, el tatuaje no era la única marca en el cuerpo del zarevich cuando dejó Japón para ir a Rusia. El 11 de mayo de 1891, uno de los policías japoneses que lo escoltaban, Tsuda Sanzō, intentó matar al heredero ruso. Aunque el ataque no tuvo éxito, la espada de Sanzō dejó a Nicolás II una cicatriz de nueve centímetros de largo en el lado derecho de la frente.
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