Así se ha transformado a Lenin en el arte contemporáneo ruso (Foto)

vladey; @1natashayudina
El líder de la revolución rusa ha inspirado y sigue inspirando a los artistas.

“Álbum no oficial”, Rinat Voligamsi (2005-2006) 

Voligamsi mitifica la imagen del líder más que nadie. Inventa una divertida biografía alternativa de Lenin con su hermano gemelo Seryozha, con el que “hizo la revolución”. 

“Lenin pidiendo un taxi en Nueva York”, Komar y Melamid (1993)

Los maestros del arte sots (movimiento surgido en los años 70 en la URSS como reacción a la doctrina del arte oficial soviético y que es análogo l arte pop occidental) Vitali Komar y Alexander Melamid se burlaron del arte ideológico soviético con su culto a la personalidad, la sucesión de monumentos y la sobreproducción de propaganda.

“Lenin-Coca-Cola”, Alexánder Kosolapov (1982)

Para Kosolapov, otro pionero del sots-art, Lenin se convirtió en un auténtico héroe del pop-art. Para el artista, el líder es una marca tan replicada como la lata de sopa Campbell para Andy Warhol.

“Último monumento móvil a Lenin”, Vladímir Kozin (2013)

Un conmovedor trineo con un ladrillo, un trozo de hormigón y un diminuto busto de Lenin es una especie de despedida a los héroes de un tiempo pasado.

“Lenin en tú y yo, o el mausoleo: un modelo ritual”, por Yuri Shabelnikov y Yuri Fesenko (1998)

En medio del debate público sobre la posible retirada del cuerpo de Lenin del mausoleo, Shabelnikov y Fesenko decidieron organizar una acción artística: regalar su pieza personal del líder a todos los interesados en una forma muy peculiar, de galleta y crema.

“Lenin y la niña", de Pável Pepperstein (2019)

El artista conceptual Pepperstein explicó que quería representar al líder en el poder de un sueño mágico. La chica fue inmediatamente apodada Rusia.

“Pato Lenin”, Mayana Nasybullova (2016)

Una obra de la serie “Lenin for the Soul”, en la que el protagonista aparece en formas de lo más inesperadas, desde un pato de goma hasta el Joker...

"Encuentro de dos esculturas” (Lenin y Giacometti), Leonid Sokov (1987)

Una metáfora plástica de la colisión de dos sistemas y mundos artísticos fundamentalmente diferentes: el realismo socialista y el modernismo.

“La montaña de Lenin”, Alexánder Kutovói (2015)

A Kutovói le fascina la transformación de la experiencia soviética y la memoria generacional, apelando a menudo a sus propios recuerdos de la infancia. La montaña de Lenin es tanto una variación del tema de la creación de mitos en torno a la figura del revolucionario, que floreció en la URSS, como una imagen de despedida del pasado.

“Lenin en ropa de invierno”, de Natasha Yúdina (2017)

La siberiana Yúdina utiliza a menudo tópicos y etnografías asociadas a Siberia: el frío, las pieles, la nieve, la hibernación, la inmensidad y el vacío. El irónico Lenin peludo también encaja en esta misma estrategia artística.

“...En esa madriguera, en la triste oscuridad / el ataúd de cristal se balancea / sobre cadenas entre postes,/ no se ven las huellas de nadie,/ solo se oye el viento aullando,/ ¡En ese ataúd está tu gobernante!”, Irina Drozd (2020)

La artista de San Petersburgo Irina Drozd imaginó a Lenin como un monstruo y escribió un poema al respecto. Otra variación sobre el eterno tema del líder que se encuentra en el mausoleo.

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